Con piedras, palos y machetes, pobladores descendientes de tzotziles de San Juan Chamula, montaron barricadas en la entrada de El Aguaje, lugar en donde murieron dos policías, para evitar que detengan a ejidatarios de esa localidad.

A tres días de que se cumpla un mes del frustrado desalojo del tramo carretero San Cristóbal-Ocosingo, donde fallecieron dos policías -uno de la municipal y otro del estado-; hombres y mujeres, cubiertos del rostro con paliacates, pasamontañas y rebozos; advirtieron que están preparados para llegar hasta sus últimas consecuencias. "No vamos a permitir más abusos y atropellos".

Sus habitantes, portando palos, piedras y machetes, se protegen con barricadas y obstáculos con puntas para ponchar neumáticos que han colocado en las entrada del paraje Sat Bo, que en tzotzil significa Ojo de Agua o Donde Brota el Agua; ubicado a escasos cinco kilómetros de la ciudad de San Cristóbal de las Casas y a unos 4 kilómetros del cuartel militar de Rancho Nuevo.

En las barricadas también se han colocado costales con arena y al lado de estas, fogatas con troncos para protegerse del frío y chozas de naylo para cubrirse de la lluvia.

Indican ante las cámaras de Quadratín Chiapas, que el motivo de esta vigilancia extrema es que ante los hechos violentos registrados el pasado 29 de septiembre, cuando policías del estado y municipal de San Cristóbal intentaron desalojarlos del bloqueo que mantenían, que dejó como saldo dos agentes muertos y más de una veintena lesionados.

Los encapuchados, dijeron que el gobierno de Chiapas los quiere culpar de la muerte de los policías y aseguraron que nada tienen que ver, por el contrario, aseveraron que El Aguaje es una comunidad pacífica habitada por tzotziles; donde se dedican al cultivo de maíz, frijol y árboles frutales de manzanas, perones y duraznos, además al pastoreo de borregos.

La Iglesia de San Juan Bautista, a lado de la Casa ejidal de El Aguaje, es el centro del poblado, que se encuentra rodeado de un bosque de árboles de pinos, encinos y ocotes. Y sobre la carretera al llegar al poblado hay una hermosa laguna al lado de una capilla con tres cruces de madera y techo de teja.

En la laguna hay charales o sardinas, dice amablemente uno de los vigilantes que cubre su rostro y viste un Chuj de lana de borrego, el traje tradicional del municipio de San Juan Chamula.

A partir de esos lamentables hechos violentos, en la comunidad o transitar por la carretera se respira una tensa calma, la tranquilidad y armonía del poblado se ha visto interrumpidas, están en alerta máxima ya que temen que en cualquier momento la policía irrumpa para hacer la detención de ejidatarios de esa comunidad.

La inconformidad de los pobladores es que no les permiten obtener beneficios económicos del centro ecoturístico Rancho Nuevo, por lo que, han solicitado el diálogo con el gobierno de Chiapas.

El pasado martes, la tensión volvió a la comunidad El Aguaje, cuando pobladores detuvieron a cinco hombres, a quienes acusaron de ser espías del gobierno, que el pasado miércoles fueron entregados a sus familiares, luego de que ninguna autoridad acudió.

Los pobladores hicieron un llamado para que eviten llegar a la comunidad, "pues a como están las cosas, todos son sospechosos". Hoy El Aguaje, se mantiene en alerta roja.

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