La defensa de Agustín Villarreal Budnik teme por la seguridad del empresario, quien fue secuestrado y logró escapar de sus captores hace dos años, debido a que un agente ministerial es presuntamente uno de los autores materiales de su plagio y sigue activo en la corporación.

El empresario dijo que al estar en el despacho del procurador de Justicia de Nuevo León, Bernardo González Garza, declaró personalmente a éste que un agente ministerial presente en la antesala fue presuntamente uno de los 21 elementos de la dependencia que participó en su secuestro ocurrido el 8 de enero de 2016. Ante ello, el funcionario sólo comentó “sí, lo veo y le llamo en la tarde”, según la defensa del empresario.

Sin embargo, el abogado Carlos Charles Manzano afirmó que hasta el momento el procurador no ha llamado a Villarreal Budnik para decirle “qué se le ofrece” en su calidad de víctima de un delito, ni ha tomado las medidas necesarias para brindarle seguridad, a pesar de que el pasado martes 13, en sobre cerrado, le entregó el nombre del agente que reconoció como uno de los principales autores de su secuestro.

Una fuente ligada al caso señaló que presuntamente el agente mencionado sería el comandante Alfredo Ortega Trujillo, tercero en el mando en la Agencia Estatal de Investigaciones.

Según la declaración de Villareal, el ministerial en cuestión se habría sentado en el asiento del copiloto de la camioneta en lo que lo trasladaron a una casa de seguridad.

ACUSAN ABANDONO DEL CASO

Ya desde agosto de 2017, Agustín Villarreal Budnik señaló en entrevista con EL UNIVERSAL que tras solicitar reiteradamente fotografías de los agentes de la AEI, identificó a 21 elementos como participantes en su secuestro, de los cuales todos continuaban en la corporación, con excepción de Javier Alejandro Rodríguez, ejecutado el 9 de mayo de 2016, junto con el Director de Inteligencia de la corporación, Carlos Arturo Valle Novelo.

Charles Manzano, asesor legal de Villarreal Budnik, señaló que el procurador que aspira a ser designado Fiscal General por el Congreso del Estado, parece estar en una encrucijada, y se inclina por proteger a un secuestrador en lugar de dar la protección a la víctima del delito.

“Tiene su teléfono, lo conoce, y el ingeniero desde el seis de febrero le dijo, hay videos, pero ahora resulta que la Unidad Antisecuestros de la Procuraduría está pidiendo los videos –porque así lo solicitó Villarreal Budnik el miércoles 14 de febrero para acreditar su dicho sobre la presencia del agente implicado-, y la procuraduría dice que no hay videos; quieren desvirtuar que el ingeniero ese día vio a su secuestrador”, y se lo dijo a González Garza, declaró el abogado.

“Yo me preocupo mucho por la seguridad del ingeniero,

siempre la autoridad lo deja solo, y ahora resulta que van a proteger al mando ministerial que lo secuestró, expuso el asesor jurídico del empresario.

Mientras el procurador se muestra con total insensibilidad y está “escondido o asustado”, ante este tema tan delicado, porque un ciudadano podría tener en contra a toda la policía ministerial, la policía estatal Fuerza Civil se ha portado muy bien”, señaló Charles Manzano.

Agustín Villarreal Budnik, dueño de la empresa Ladrillera Mecanizada, fue secuestrado el ocho de enero de 2016 y tras escapar de sus captores, con serias lesiones en la cabeza, denunció que entre sus secuestradores había agentes ministeriales y responsabilizó a su padre y a un hermano como presuntos autores intelectuales, ante la disputa de una herencia, por lo cual tuvo que tramitar un amparo para evitar su detención, ya que sus familiares lo acusaron de difamación.

Hasta el momento hay sólo dos personas detenidas, las que lo “cuidaron” en una casa de seguridad ubicada en Apodaca , de donde escapó dos días después de su privación ilegal de la libertad

Apenas libre, pese a sufrir severas lesiones en la cabeza que ameritaron una operación, el empresario llegó a las dos de la mañana del diez de enero a la Agencia Estatal de Investigaciones, donde exigió al director de la Unidad Antisecuestros, Héctor Chapa, fotografías de todos los agentes, para ubicar a sus plagiarios.

El secuestro donde los participantes mostraron una alta “profesionalización” y logística, ocurrió mientras iba a su oficina en su carro Jetta. Lo interceptaron hombres armados a bordo de dos camionetas , que se presentaron como ministeriales y después de inspeccionarlo preguntaron “¿tiene usted un chip bajo la piel?. Aunque dijo que no traía ese dispositivo, al subirlo a otra unidad, introdujeron un bloqueador de GPS como de 40 antenas para que no pudieran ubicarlo.

Después de múltiples solicitudes y recursos legales, 14 meses después de su secuestro, Villarreal logró que le mostraran fotografías de 900 ministeriales, entre los que identificó a 21 supuestos autores materiales.

Además pidió a Telmex la “sábana” de llamadas de los secuestradores al teléfono de su hijo para exigirle un “rescate” de 20 millones de dólares. “Yo soy ingeniero, y al poner las coordenadas en Google Maps, de esas cuatro llamadas de los secuestradores, una se realizó del edificio de la Procuraduría General de Justicia del Estado ”, ubicada en la calle Ocampo, declaró Villarreal..

El dato lo confirmó el ingeniero Rubén Eduardo Chapa Cabrera, perito oficial en informática y telecomunicaciones, adscrito al Tribunal superior de Justicia, y además coincidió con el peritaje de un experto de la propia Unidad Antisecuestros de la PGJENL.

También hubo un estudio de identificación de voz, de donde se desprende que la persona que negoció el “rescate”, es un ministerial que murió, y que sería el agente asesinado junto con Carlos Arturo Valle Novelo, “pero no me han dado acceso a ese peritaje, porque dicen que yo no soy parte”, declaró en agosto pasado Villarreal Budnik.

Y otro detalle que permite al empresario, sostener que además de los ministeriales, su padre Agustín Villarreal Elizondo y su hermano Isaac Villarreal Budnik, están involucrados en el plagio, es que en la información que entregó la compañía telefónica, aparece que los secuestradores hicieron tres llamadas a la casa de su progenitor, pero éste lo niega y lo acusa de difamación, por lo que siendo víctima, tenía que andar amparado para evitar su detención.

EL ORIGEN DEL CONFLICTO

Las diferencias en la familia, iniciaron en 2001, a raíz del divorcio de Agustín Villarreal Elizondo y su esposa Sulamit Budnik Lozano, y el consiguiente reparto de los bienes del grupo Ladrillera Mecanizada. El quejoso, apoyó a su madre; su hermano Isaac, a su progenitor.

“Mi padre hizo dos paquetes, mamá escoge el de las fábricas, cuando me manda a recibir, yo como director general, mi padre me dice, las voy a vaciar, me voy a llevar todo lo que está adentro. Eso pasó en diciembre de 2010, y en enero de 2011, me llega un laudo de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, donde se me dice que le debo a mi padre cerca de 200 millones de pesos por diez años de salarios caídos”, refirió Agustín Villarreal Budnik.

“No sé qué arreglo tuvo ahí en Conciliación, ellos dicen que fue en octubre de 2015, mi padre va y embarga las empresas, con anuencia de mi hermano; papá se presenta como un simple trabajador, aunque era el accionista principal”, dijo el empresario.

cfe

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