En medio del luto, la separación familiar, la presión social y la crisis económica, Abdón Jerónimo tuvo que sacrificar a tres de sus cuatro perros , luego del ataque que cometió uno de ellos y que le costó la vida a Angélica, su nieta de nueve meses de edad .

Tras lo sucedido el sábado 1 de diciembre, la tragedia no termina para la familia Jerónimo. El ultimátum de las autoridades municipales dictó que “Guarumo” , el perro que atacó a la menor, permaneciera 48 horas encarcelado y después informó a la familia que tenían un lapso de 24 horas para deshacerse de él.

La disposición dejó a Jerónimo y su esposa sin alternativa. Contactaron a un vecino de la comunidad para que colaborara con el sacrificio del can que recibió un disparo fulminante que lo dejó sin vida. Abdón relata que decidió quedarse sólo con “Capi” uno de sus perros, y sacrificó a los otros tres, dos pitbull y un mestizo, a fin de evitar riesgos.

Después de permanecer encerrado por dos días, “Guarumo” no quiso volver a comer, lo que facilitó su muerte

. “A mí me gustan los perros, pero estaba muy presionado para hacer algo después de lo que pasó... fue un accidente”, cuenta el hombre mientras acaricia al único perro que conserva.

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