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Puebla.—El debate de candidatos a la gubernatura, organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE), se convirtió en un “ring de pelea” en el que imperaron las descalificaciones como flojo, criminal, defraudador, corrupto, traidor y hasta “fifí”, y se vieron pocas propuestas.

Los golpes bajos y directos se dieron principalmente entre los candidatos del PAN-PRD-MC, Enrique Cárdenas, y el de Morena-PVEM-PT, Miguel Barbosa, mientras que el priista Alberto Jiménez Merino fue más mesurado y llamó a dejar atrás las confrontaciones que han llevado a Puebla a donde está. 

En el primer bloque sobre “empleo y desarrollo regional”, el abanderado morenista fue el primero en lanzarse contra sus contrincantes, a quienes ubicó como representantes de la corrupción, el atraso y estancamiento.

“Nosotros somos lo nuevo, somos la Cuarta Transformación”, remachó tras afirmar que buscará mejorar la seguridad y fortalecer el andamiaje jurídico. El candidato panista aseguró que su contrincante de Morena simplemente no es de fiar e incluso enfatizó que no está preparado académica, profesional ni “físicamente”.

De inmediato obtuvo respuesta de Barbosa Huerta, quien aseguró que su contrincante llegaba derrotado al debate, ya que no hizo campaña, fue flojo y se dedicó a hacer guerra sucia.

En los tiempos de réplica, Cárdenas nuevamente arremetió contra el morenista, a quien le recordó que desde hace tiempo le exigió una explicación de su fortuna sin obtener respuesta. 

“Las personas más cercanas describen su carrera como criminal”, le increpó y acusó a Barbosa de gastar millones del Senado sin comprobar y pedir moches de hasta 30% para bajar recursos a estados.

“El candidato del PAN es flojo, no hizo campaña (...) se quedó con dinero de campaña, ha defraudado al fisco, al Conacyt y se volvió un vividor del presupuesto”, reviró Barbosa.

El aspirante priista recriminó que llevan casi un año en ese pleito sus contrincantes, por lo que se pronunció por dejar atrás los odios y rencores para sacar a Puebla adelante.

Los golpes se acrecentaron de un lado a otro conforme avanzó el análisis del primer tema.

Enrique Cárdenas aseguró que Andrés Manuel López Obrador no quería que Miguel Barbosa fuera su candidato en Puebla, porque, argumentó, representa todo lo contrario al Presidente de México.

“Usted traicionó al PRI, al PRD y a Andrés Manuel [López Obrador] y va a acabar traicionando a los poblanos”, acusó el blanquiazul al morenista.

“Andrés Manuel es mi amigo desde hace 24 años y el rencoroso es la fichita de Cárdenas”, contestó el aspirante de Morena.

Migración e indígenas. En el tema de atención a comunidades indígenas y migración, los candidatos sólo trataron de refilón las propuestas y nuevamente se dieron duro con docenas de adjetivos.

El priista se lanzó contra ambos y denunció que jamás los ha visto trabajar ni recorrer el estado, por lo que cuestionó si tenían la capacidad para resolver los problemas.

El panista mantuvo sus jabs contra Barbosa, a quien señaló de no estar preparado para gobernar ni estar al cien por ciento de energía: “Lo que se ve no se juzga, no puede ser gobernador de Puebla... Hay que tener autoridad moral”, subrayó.

En tanto, Barbosa insistió en que sus contrincantes jamás han hecho campaña, acusó al abanderado del PRI de hacerle el caldo gordo a la derecha, y de Cárdenas dijo que es un defraudador fiscal y ha hecho negocio con el tema de la ciudadanía.

Al hablar del tema de pueblos indígenas y proyectos que afectan a comunidades, Barbosa subrayó que el panista es un neoliberal que está a favor de los proyectos de la muerte y que quisiera resolver los problemas económicos en cuatro paredes y en un escritorio. “Usted es fifí”, le dijo.

Último round. En la segunda parte del debate, la confrontación se mantuvo entre los tres aspirantes, quienes se acusaron de amasar fortunas al amparo de la corrupción.

Uno de los momentos más álgidos fue cuando el panista sacó fotografías de las presuntas propiedades de Barbosa, entre éstas estaba una mansión del expresidente Miguel de la Madrid con un valor de 85 millones: “Dice que yo soy millonario y yo no llego a eso”, le espetó.

Barbosa defendió la licitud de su patrimonio de 15 millones de pesos en su declaración y denunció que Cárdenas omitió en su declaración patrimonial dos terrenos en Cholula y le echó en cara que su hotel vale más que lo declarado. Entonces el panista lo retó a cambiarle su hotel por la mansión que tiene en la Ciudad de México. “Firmamos ahorita”, lo retó, a lo que Barbosa respondió: “Aún no la pago”.

El priista entró al pleito y señaló a ambos de ser cómplices de los malos gobiernos, por lo que llamó a los poblanos a salir de este tipo de confrontaciones. Enojado, Barbosa pidió al Jiménez comportarse como buen ciudadano y decir a la autoridad dónde está escondido el exgobernador Mario Marín (prófugo de la justicia), a quien señaló como su mentor.

El pleito se mantuvo entre Barbosa y Cárdenas. El panista lo retó a renunciar a su candidatura si éste le demostraba que su patrimonio no es de 15 millones, sino de más.

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