Chilpancingo.— La tercera ola de Covid-19 se hizo presente en Guerrero: en los últimos cinco días, los contagios sumaron mil 535, el promedio de casos es de más de 300 por día, los hospitales están a la mitad de su capacidad y, en los módulos, las pruebas rápidas son insuficientes.
Pese a todo, en el poblado de Puerto Marqués, Acapulco, se realizó un jaripeo en el que hubo más de 500 personas, sin medidas sanitarias, y se prolongó hasta las 11 de la noche.
De acuerdo con las fotografías difundidas en redes sociales, se observa cómo muchos de los asistentes no utilizaron cubrebocas y menos implementaron la sana distancia.
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La fiesta terminó hasta que llegaron policías, militares y agentes de Protección Civil a dispersarla y, según el reporte del ayuntamiento, las 550 personas pusieron resistencia para terminar con la fiesta.
El jaripeo se realizó al segundo día de que Guerrero retrocedió en el semáforo sanitario al color amarillo por el aumento de casos. Sin embargo, ese jaripeo no fue el primer evento masivo realizado en Acapulco durante la pandemia, puesto que el ayuntamiento informó que se han dispersado 146 eventos de este tipo.
Desde el pasado sábado, los contagios de Covid-19 se aceleraron en el estado. El gobernador, Héctor Astudillo Flores, anunció que ante el aumento de enfermos comenzaron los trabajos de reconversión de hospitales para recibirlos, mientras que el promedio de muertes diarias pasó de 2.1 en junio a 6.6 en julio.
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En esta tercera ola de contagios, Acapulco de nuevo es el epicentro de la pandemia.
De los 2 mil 577 casos activos, casi la mitad, mil 50, se encuentran en el puerto.