Chihuahua.— Aquí la educación se congela. Durante la última onda gélida —que ocasionó temperaturas por debajo de los -15 grados—, niñas, niños y jóvenes enfrentaron el frío en las aulas, sin calefactores y sin gas.

En el mejor de los casos, los alumnos mitigaron las inclemencias del clima con un calefactor de leña, pero en muchos otros, principalmente en lo que respecta a las escuelas ubicadas en la periferia de las zonas urbanas, los pocos estudiantes que asistieron estuvieron juntos en un frío salón.

En Chihuahua, de forma cíclica la autoridad debe considerar la suspensión de clases por las altas o bajas temperaturas. En días recientes, pese los efectos del frente frío número 10 y la primera tormenta invernal, la Secretaría de Educación estatal se negó a cancelar las actividades escolares.

Sin gas y con robos. En Juárez, estudiantes de nivel básico de la zona noroeste, en la colonia Rancho Anapra, estudian entre el frío y el robo del poco equipamiento de sus salones.

En días pasados, a raíz de las bajas temperaturas, en la escuela Xicoténcatl se registró un alto ausentismo. Aquí el personal docente no cuenta con recursos para comprar gas y alimentar los calefactores; solicitar apoyo de los padres de familia no es una opción, pues en esta colonia la mayoría de sus habitantes viven al día.

Las autoridades estatales, además de no atender las demandas de proveer gas, tampoco ha garantizado el resguardo de los bienes del plantel y aunque se ha denunciado el robo de calefactores, aires y mobiliario, las corporaciones policiacas no brindan seguridad en el sector.

El problema por la compra del gas en los planteles educativos no es privativo de las escuelas de la frontera, la mayoría de las que están ubicadas en la periferia llegan al invierno con esta carencia. La gran interrogante es quién tiene la responsabilidad de suministrar el combustible.

Frío olvido. En la colonia Tierra y Libertad, de la ciudad de Chihuahua, los parvulitos se congelan en el preescolar Estancia Feliz 1277. Sobre este kínder, la Secretaría de Educación estatal ha dicho que no tiene recursos para dotarles de gas a sus cinco salones.

Apenas el pasado 10 de noviembre, dicha dependencia anunció que se distribuyeron 2 mil calefactores de gas y 500 de leña en todo el estado, lo que califican los maestros como una atención tardía, pues los apoyos llegaron a la par de la onda gélida y todavía el personal docente debe resolver la instalación y suministro de insumos.

En la zona serrana, en cambio, los alumnos enfrenta las bajas temperaturas con un calentón de leña, el cual alimentan con madera cortada que los mismos alumnos o padres de familia llevan de sus casas o del monte.

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