Managua.— A poco más de dos meses de que iniciaron las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, la economía de Nicaragua acumula pérdidas de más de mil 900 millones de dólares en turismo, construcción, comercio y finanzas, afirmó el economista Adolfo Acevedo.

El experto dijo que la pérdida de ganancias se acerca al monto de las exportaciones de 2017, que fue de 2 mil 548 millones de dólares, sin incluir los ingresos generados por las zonas francas.

El rubro más afectado es el turismo; la Cámara Nacional de Turismo cifra en 170 millones de dólares las pérdidas en el sector durante dos meses, además de 60 mil puestos de trabajo en hotelería.

Acevedo señaló que otro sector golpeado por la crisis es el de comercio, el cual ha sido perjudicado por la inseguridad ciudadana y el terror que causan los asaltos, saqueos y las redadas de jóvenes por parte de la policía y fuerzas paramilitares.

Las pérdidas en el sector se calculan en más de 700 millones de dólares, sin incluir las recaudaciones fiscales que el Estado ha dejado de percibir en dos meses.

Acevedo estimó que, como efecto colateral de la crisis, el desempleo abierto, que rondaba las 90 mil personas en 2009, podría aumentar a 130 mil, cifra equivalente a 10% de la población económicamente activa en el país de apenas siete millones de habitantes.

Aseguró que el impacto de la crisis actual podría compararse con el de la gran recesión mundial de 2009, cuando la economía de Nicaragua cayó un 3.3% y la inversión privada casi 40%. “Sólo que esa vez no estuvo acompañada por la angustia y el dolor que experimentamos ahora”, comentó.

Sobre las posibilidades de recuperación económica, indicó que “La economía sólo puede funcionar con instituciones públicas que proporcionen seguridad, confianza, estabilidad y protección, y éstas están haciendo todo lo contrario”.

Reanudan diálogo. El cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), confirmó ayer que el gobierno y la oposición volverán hoy a la mesa de diálogo para intentar resolver la crisis que vive el país desde abril.

El gobierno de Daniel Ortega y la Asociación Cívica por la Justicia y la Democracia —de la sociedad civil— fueron citados hoy a las 10:00 horas locales por la Iglesia, mediadora del proceso, para discutir la propuesta de adelantar las elecciones de 2021 a marzo de 2019.

La reunión, cuya sede será el seminario interdiocesano en Managua, se realizará tras la violenta jornada de ataques de fuerzas policiales, parapoliciales y paramilitares contra estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua y barrios de la capital y de otras ciudades, que dejaron ocho muertos.

La reanudación del diálogo coincide con la llegada al país de misiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU (OACDH), para aportar sus investigaciones sobre la violencia en Nicaragua.

El arzobispo de Managua añadió que la llegada al país de estas misiones era una de las condiciones para reiniciar el diálogo, solicitadas por la oposición, que también ha exigido el desmantelamiento de los grupos paramilitares que operan contra los manifestantes

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