La migración se ha convertido en “ una crisis humanitaria” en la frontera sur de México con el área centroamericana, alertaron obispos durante el Cuarto Encuentro Frontera Sur y Países de América Central sobre Migración , en Tapachula .

Los prelados advirtieron que los flujos migratorios crecieron , entre otras causas, por la pobreza , falta de oportunidades de desarrollo, la marginación social y la violencia , específicamente en los países de América Central.

Y afirmaron que las políticas y acciones migratorias gubernamentales impulsadas por la salvaguarda de la soberanía, el poder económico, se convierten en políticas anti migratorias.

Aunado al desarrollo capitalista, la dependencia mercantil, la inseguridad por el crimen organizado y el narcotráfico.

Los líderes católicos del El Salvador, Honduras, Guatemala y México dijeron que por esas nuevas realidades se desarrolla una sociedad de riesgo en la que el migrante es desposeído, excluido de su lugar de origen, de sus derechos en el tránsito y de su dignidad.

A lo que se suma que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asumió una postura de intimidación y racismo que ha provocado temor e incertidumbre, “no sólo en los migrantes en tránsito, sino en los establecidos en el territorio de ese país, ya que viven en el temor de ser detenidos, encarcelados y deportados”.

Es necesario, por tanto, que la incidencia clerical aliente una política migratoria orientada al desarrollo integral de las personas y de los pueblos, expusieron.

En este contexto los obispos aseveraron que la Iglesia está llamada a desempeñar un rol protagónico para atender las causas, asumir las consecuencias y propiciar que la migración sea observada “como una oportunidad”.

Además, enfatizaron que es imprescindible mantener la atención asistencial, el acompañamiento y la promoción de la incidencia en políticas migratorias al más alto nivel.

Los prelados resaltaron la preocupación de la Iglesia por obtener acciones concretas de concientización migratoria para evitar la criminalización de los migrantes.

En rueda de prensa, los religiosos destacaron que las pandillas están creando en países de Centroamérica grupos paralelos a un ejército institucional y a las policías que los persiguen”.

En el caso de la Mara Salvatrucha aumentó su violencia y armamento en Centroamérica porque los gobiernos la están combatiendo.

Por todo ello, los pandilleros integran grupos con armas de alto poder, provenientes de México y Estados Unidos.

El obispo de Huehuetenango, Guatemala, Álvaro Ramazzini, comentó que siete personas fueron asesinadas en ese país a mediados de este mes cuando los maras intentaron rescatar a uno de sus líderes de un hospital, cubiertos con armas de alto poder.

Elías Bolaños Mondragón, obispo salvadoreño , afirmó que los enfrentamientos entre uniformados y maras dejó el año pasado en su país, 500 pandilleros y 50 uniformados muertos.

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