El 18 de enero de 2017 en el Colegio Americano del Noreste, mientras la maestra Cecilia Solís Flores recogía los cuadernos para revisar la tarea de sus alumnos de tercer grado, Federico, de 15 años, sacó un arma calibre 22 que llevaba en su mochila, se levantó y disparó contra la profesora y otros tres compañeros de su grupo. Después, cargó la pistola nuevamente y la accionó contra sí mismo.

El menor no perdió la vida ahí, fue llevado grave al hospital Christus Muguerza Obispado de altas especialidades, donde horas más tarde fue declarado con muerte cerebral y desconectado. Sus órganos fueron donados por su familia.

La maestra Cecy, de 24 años, también quedó herida de gravedad y fue atendida en el Hospital Universitario, donde se le mantuvo con vida poco más de dos meses y con leves signos de recuperación, pero el 29 de marzo murió.

En ese contexto, el Colegio Americano del Noreste, se rehusó a indemnizar la familia de la maestra Cecilia y lo mismo hizo Alejandro Guevara, padre del menor que disparó el arma. Incluso, el plantel privado obligó a la maestra Nayely Solís Flores, que laboraba en el mismo plantel, a renunciar a su trabajo al no asignarle grupo y encargarle otras tareas incluso de limpieza.

En cuanto a los alumnos lesionados, Mariel fue dado de alta un día después del ataque, ya que sólo resultó herido en un brazo. Ana Cecilia sufrió un disparo en la cabeza y fue atendida en el hospital Christus Muguerza Sur, donde logró una recuperación calificada de milagrosa y fue dada de alta el 25 de febrero, 38 días después de la agresión.

En tanto, Luis Fernando recibió un balazo en el cráneo y fue atendido en el Hospital Universitario, donde permaneció 56 días internado y el 15 de marzo fue dado de alta para continuar su rehabilitación en su casa. Su lesión le causó daño neurológico y afectó su capacidad motriz, por lo que debe movilizarse en silla de ruedas.

En el aspecto legal, tres días después del ataque armado, el vocero de Seguridad del gobierno de Nuevo León, Aldo Fasci Zuazua, declaró que la Procuraduría de Justicia del Estado había cerrado el expediente del caso debido a que el responsable de la agresión estaba muerto y que los padres del adolescente también eran víctimas al perder a su hijo.

Fasci, ahora ex funcionario estatal y aspirante a candidato a la alcaldía de Monterrey por la vía independiente, expuso en ese entonces que los padres no le proporcionaron el arma al menor, aunque en las investigaciones se reveló que su padre es aficionado a la cacería y fue quien le enseñó a manejar armas.

Este tipo de violencia es inedito en el país, por lo que obligó a las autoridades de Educación a establecer medidas de seguridad para evitar nuevos incidentes.

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