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“Quedé destrozada para siempre y la familia devastada”. Es el clamor de Yadira Argüelles al referirse a la muerte de su hija Lizeth Aracely Fuentes, maestra de danza del Instituto Tecnológico del Valle del Yaqui, quien desapareció el 30 de octubre pasado y cuyo cuerpo fue hallado sin vida tres días después en un canal cercano a Cajeme.

La joven de 23 años fue localizada muerta en un dren, había sido violada. El lunes 31 de octubre fue reportada como desaparecida y notificada por la Alerta Amber; un día antes salió por la mañana de su hogar ubicado en el ejido Primero de Mayo, Campo 77, y se dirigía al Instituto Tecnológico del Valle del Yaqui donde laboraba como maestra de danza; nunca llegó.

“No se vale lo que pasó. Requerimos más vigilancia y atención a lo que está pasando en esta región del sur de Sonora”, demanda la mamá de la víctima, quien incluso justificaría la pena de muerte para los autores de feminicidios o la imposición de sentencias máximas, tanto por el daño a la víctima y por el dolor permanente a las familias, como por medida de prevención para evitar que maten a más mujeres.

En el caso de la maestra, su asesino fue capturado y sentenciado a 33 años de prisión, acusado de homicidio y violación de otras tres mujeres; sin embargo, la mayoría de los casos de feminicidio quedan impunes.

Argüelles manifiesta que a ellos les alcanzó esta tragedia, a pesar de que “somos gente de campo”, porque viven en una ranchería del municipio de Bácum, en la zona del Valle del Yaqui, a 30 kilómetros de Ciudad Obregón, cabecera de Cajeme. Aracely Fuentes Argüelles fue uno los casos que engrosó las cifras de feminicidios en el sur de Sonora, donde organizaciones civiles solicitaron que se declare la Alerta de Violencia de Género desde abril de 2015.

Tras la petición, se integró un grupo de trabajo para investigar y dar seguimiento a la solicitud de declarar la medida en Cajeme. Después de varias reuniones e informes, la Secretaría de Gobernación emitió un dictamen resolutivo el 4 de agosto pasado, en el que se negó la emisión de la alerta para Cajeme porque “no se actualizan los elementos objetivos suficientes para declararla procedente”.

Más feminicidios que en Ecatepec. La doctora Mercedes Zúñiga Elizalde, miembro del grupo de trabajo, impugnó el proceso por las “múltiples irregularidades” que enumeró en su documento de renuncia al equipo mencionado y en el que dio su voto razonado a favor de la Alerta de Género para Cajeme. También dio un voto razonado por la alerta la representante de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Norma Inés Aguilar León.

“El contexto de violencia en Sonora es tan grave que hasta en números brutos hay municipios como Cajeme que tiene más muertes que el municipio de Ecatepec, en el Estado de México, donde ya se declaró la alerta”, dijo en entrevista.

Ecatepec registró 39 muertes violentas de mujeres durante el 2016, mientras Cajeme tuvo 52 feminicidios el mismo año. Zúñiga señaló que las desapariciones y violencia contra mujeres son cada vez mayores en Sonora debido al incremento de la delincuencia, el narcotráfico y las desigualdades sociales.

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