La Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo) inició la restauración del antiguo faro de Tulum, abandonado desde hace siete años, vandalizado y en el que fue pintada una letra Z, que empezó a despertar la curiosidad e inquietud de turistas.

El pasado viernes, EL UNIVERSAL publicó que la zona del faro se había convertido en centro de reunión de jóvenes que se embriagaban y drogaban en el lugar.

Al difundirse la situación, la directora de la Apiqroo, Alicia Ricalde, ordenó la restauración de la torre y los cuartos que componen la instalación. Personal a su cargo ayer empezó a pintar de blanco el inmueble, cubrieron los grafitis y la letra Z que fue estampada en lo alto de la torre. El faro se ubica a 250 metros de la zona arqueológica de Tulum, entre la exuberancia de la selva, dentro de los polígonos decretados como Área Natural Protegida, Parque Nacional Tulum (PNT) y Zona de Monumentos Arqueológicos Tulum-Tankah.

Fue construido por la Dirección de Marina Mercante en los años 40. Pasó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en 1970 y en 1994 a la Apiqroo. Sin embargo, un decreto emitido por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en el año 2016, que entró en vigor en junio de 2017, estableció —entre otras cosas— que el mantenimiento de los recintos portuarios, la operación del señalamiento marítimo, así como la regulación y vigilancia de la seguridad en la navegación, corresponde a la Semar.

Por eso, la directora de la Apiqroo, Ricalde Magaña indicó que apremiará la entrega del faro a la Semar, tal como marca el decreto.

La instalación consta de una torre, un cuarto de máquinas y lo que fue la vivienda del vigía. Forma parte del catálogo de 12 faros construidos por Federico R. Alcérreca, supervisor de Operación y Mantenimiento de Faros y Señales de Navegación Marítima, de la Marina Mercante, según el cronista de Cozumel, Velio Vivas Valdés, en su libro Forjadores.

Alcérreca hizo levantamientos topográficos y documentó con fotografías —aportación novedosa para la época— los sitios más recomendables para construir faros y farolas.

La Z, un reto. Para el sociólogo, Efrén Hernández, quien ha estudiado y documentado el fenómeno de las pandillas en Quintana Roo, la Z pintada en el antiguo faro puede tener dos connotaciones.

“Puede ser un reto al principio de autoridad; una manera de confrontar que, desde luego, entre más ambicioso es más atractivo y genera una mejor respuesta dentro del grupo. Es propio de la cultura de la calle, atentar contra espacios públicos o privados.

“Esto ocurre y lo hemos venido diciendo desde hace 20 años, por la ausencia de espacios de expresión, de convivencia, para adolescentes y jóvenes”, explicó.

La otra interpretación es que se trata de un mensaje de algún cártel de la delincuencia organizada. “Desde luego también puede ser un mensaje para marcar territorio. Un mensaje de ‘aquí estoy; ya llegamos, ya estamos aquí’; sin embargo, no podemos asegurar ni una cosa, ni otra”, subrayó.

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