“La Guardia Nacional se comportó conforme a los ordenamientos que se le han dado. No tenemos heridos, no tenemos una situación que lamentar”, expresó el canciller Marcelo Ebrard tras los hechos en la frontera de Guatemala con México en los que trascendió una fotografía que mostraba el momento en que un elemento de la Guardia Nacional da una zancadilla a un migrante. La instantánea se volvió viral.

La imagen, captada por el fotoperiodista Johan Alexander Ordoñez Martínez, de la agencia AFP, generó comentarios encontrados entre la sociedad mexicana por el trato hacia los migrantes que intentaban cruzar hacia México en su viaje hacia los Estados Unidos para pedir asilo.

“La imagen se da luego de que gran parte de los migrantes cruzan el río. Yo los acompaño desde el momento en que toman la decisión de cruzar el río, voy adelante tomando imágenes de adultos y niños. Logramos llegar casi del otro lado”, relata Ordoñez, en entrevista para EL UNIVERSAL.

Centenares de migrantes llegaron a la línea divisoria cuando, asegura el fotógrafo, les toma por sorpresa la presencia de miembros de la GN y es cuando “muchos entran en pánico y comienzan a correr queriendo subir a la parte donde estoy yo; (ahí) había un montón de rocas; me voy atrás de ellos”, pero ante la presencia de más elementos, los migrantes los regresan, “se sienten acorralados”, dice.

Algunos migrantes rompieron el cerco, puesto por la GN, por las orillas para intentar pasar al otro lado. El fotógrafo comienza a seguir a un elemento porque “se le pasan dos o tres migrantes; logran esquivarlo, pero este tercer migrante (el de la foto) se le pasa en dos ocasiones antes de que él le meta la zancadilla”

El migrante, de entre los 20 y los 25 años, entre zancadillas por parte del elemento, cayó al piso y al reincorporarse “ya tiene a otros dos (miembros de la GN) queriéndolo atrapar y entonces brinca hacia unas balsas. Se tira al río, a la parte honda. Hasta ahí llego con él”, cuenta Ordoñez Martínez.

No es la primera vez que cubre una caravana migrante , Johan Alexander recuerda que lo que lo que más le ha marcado de estos eventos son los niños. “Siempre le comento a mis compañeros que si algo le llena uno de fuerzas es que al llegar la tarde y parar en un lugar, lo que impacta es que los niños, que habían caminado igual que los papás, largas distancias, al pasar una hora ellos ya estan jugando otra vez como si nada hubiera pasado”.

Las primeras caravanas tuvieron mucho apoyo, asegura: alimento, ropa, y un apoyo rotundo tanto en El Salvador, Guatemala y México, siempre fue notorio. Comenta que lamentablemente en esta última notó poca empatía en las personas, muchas ya no mostraron el mismo apoyo.

En relación al discurso de las autoridades en México, el fotógrafo asevera que “es un poco contrastante con lo que se escuchaba anteriormente sobre cómo se iba a tratar a los migrantes. No era así como se iban a dar las cosas”, aunque también señala que son situaciones complejas por la forma en que se dieron.

Actualmente, la caravana migrante, casi en su totalidad, sigue aguardando el momento de ingresar a México en su camino a los Estados Unidos. Autoridades de ambos países han advertido a los migrantes que no darán salvoconductos, los primeros, y asilo los segundos.

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