El Nou Camp de León, bandera política en Guanajuato

El Nou Camp de León, bandera política en Guanajuato

En pleno año electoral, la pérdida del estadio Nou Camp de León, en un litigio a cargo de la alcaldía, se convirtió en un botín político entre panistas y priístas. Nos cuentan que el gobernador Miguel Márquez Márquez (PAN) consideró injusto el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al reconocer como dueños del complejo a dos empresarios y con ello dejar a un lado a los guanajuatenses. De hecho, nos comentan, aseguró que podría decretar la expropiación del inmueble, pero finalmente, y para beneplácito de la afición, destinó 280 millones de pesos en la adquisición de un terreno de 12 hectáreas para la construcción de otro campo. Sin embargo, desde la oposición, la diputada federal Barbara Botello (PRI) afirma que fueron los blanquiazules quienes perdieron el estadio y señala a varios funcionarios municipales como los responsables, entre ellos, el secretario del Ayuntamiento, Jesús López, y el contralor, Esteban Ramírez. Tarjeta roja para los implicados, nos dicen.

Aspirantes buscan bendición de obispo

En la carrera por la gubernatura de Morelos, nos platican, el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, participará de manera muy activa porque al menos cuatro aspirantes a la candidatura, por varios partidos, buscan su bendición, luego de que formaron parte de las pláticas del Frente por Morelos que buscaba derrocar al actual mandatario perredista Graco Ramírez. Entre ellos, nos comparten, se encuentran el presidente municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, el ex rector Alejandro Vera, el priísta Matías Nazario y el panista Víctor Caballero. En ese sentido, nos adelantan, don Ramón pretende convocar a su rebaño una vez que alcancen el nivel de candidatos y entonces tendrá que dividir su preferencia para perdonar de sus pecados al mejor posicionado. Al parecer, ansían un empujoncito divino.

Arranca “el tiro” entre priístas michoacanos

La fiebre electoral, nos comentan, alcanzó al PRI en Michoacán, donde corrientes internas, militantes y delegados protagonizaron tremendo agarrón, luego de que la dirigencia estatal cambió los tiempos de registro para los aspirantes a alcaldes y diputados locales. Nos señalan que la molestia principal de los consejeros con la dirigencia tricolor, encabezada por Víctor Silva y el delegado nacional del CEN, Ney González, radica en haber emitido una primera convocatoria, la cual consideraron “antiestatutaria” con el objetivo de beneficiar a algunos amigos de los liderazgos, entre ellos Jorge Luis Tinoco Ortíz, hijo del ex gobernador Víctor Tinoco Rubí (1996-2002), quien busca ser diputado local y al no tener el respaldo de ningún grupo político estaría impedido para ganar una elección interna.

Del Amlodipino al paracetamol sinaloense

Serapio Vargas Ramírez, dirigente del recién creado Partido Independiente de Sinaloa (PAIS), innovó la estrategia de campaña de ese instituto político ya que, nos comentan, se le ocurrió repartir a la ciudadanía pastillas de paracetamol para “calmar los dolores de cabeza que provocan los malos gobiernos”. Incluso, nos dicen, el sinaloense, con larga trayectoria en movimientos sociales, aduce en tono jocoso que en caso de no prosperar en la política, por lo menos tendrá experiencia en la venta de medicamentos en la vía pública.