Desde Guerrero nos cuentan que el hoy exgobernador de la entidad Héctor Astudillo Flores (PRI) tuvo una intensa agenda de despedidas. Nos detallan que, entre esos compromisos, tuvo una comida en la casa del académico Eduardo López Betancourt, abogado del senador Félix Salgado Macedonio (Morena) y a la cual acudió “la crema y nata” de la clase política estatal, entre ellos el exmandatario perredista Ángel Heladio Aguirre Rivero y el neomorenista Luis Walton Aburto, además de diputados locales, magistrados y políticos que buscan revivir. Nos dicen que casi a la misma hora, don Félix estaba negociando con los trabajadores estatales en paro para convencerlos de que dieran acceso al Palacio de Gobierno a su hija, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda (Morena). Ironías de la vida.

¿Guiño al alcalde?

Aunque el relevo de gobernador en Coahuila es hasta 2023, nos comentan que no faltan los que ya están delineando al sucesor del mandatario Miguel Riquelme Solís (PRI) y, como dicen en el rancho, “con una pluma visten un guajolote”. Nos relatan que el caso más reciente ocurrió hace unos días cuando en un evento en Saltillo más de uno vio doble sentido en las “flores” que le echó don Miguel al alcalde de la capital. Manolo Jiménez Salinas (PRI), pues destacó su labor al frente del ayuntamiento y remató diciendo que “hay Manolo para rato”, lo que fue como patear el avispero, ya que varios pensaron que esas palabras tienen el mensaje de que don Manolo será el favorito del góber para que se quede al frente del llamado Palacio Rosa. ¿Será tan anticipado don Miguel?

Revira edil sobre reparto de plazas

Quien respondió en Sinaloa a lo señalado por el alcalde electo de Guasave, Martín Ahumada Quintero (Morena) sobre el otorgamiento de plazas en el municipio, nos cuentan, fue la diputada local y alcaldesa con licencia Aurelia Leal López (Morena), pues aclaró que no se trata de nuevas plazas, sino de posiciones sindicales que eran ocupadas por personal de confianza desde hace varios años y las cuales “no las otorgó el ayuntamiento, sino que fueron aprobadas en acato a un convenio con el sindicato que los mismos trabajadores con derechos eligieron”. Doña Aurelia agregó que “tampoco recayeron sobre funcionarios de primero, segundo o tercer nivel, sino en empleados en activo con diversos grados de antigüedad en el municipio y con pleno derecho a ese beneficio, en su gran mayoría, de administraciones anteriores”.