Pese a que durante el domingo y martes las cataratas de Agua Azul recobraron su afluente, este miércoles se percibió una reducción en el caudal. Esto ocurrió aún cuando casi 200 hombres laboraron varias horas en el punto conocido como “La Boquilla”, para sacar rocas, sedimento y palos.

El comisariado ejidal de Agua Azul, Jeremías López Hernández, explica que todo sigue igual que el pasado fin de semana, con las rocas de las cataratas “desnudas”.

Explicó tras la lluvia registrada domingo y lunes, como resultado del Frente Frío, las cataratas, rápidos y piscinas naturales recobraron fuerza, por lo que el agua empezó a fluir en el lado derecho del río Agua Azul.

“Con la lluvia que pasó hace tres días como que quiso tomar un poquito de agua pero pasó el agua y volvió a quedar como estaba (hasta el fin de semana).”

Pese a la disminución de agua en las cataratas, el turismo nacional y extranjero sigue llegando al lugar.

En un recorrido realizado de la entrada al parque natural al punto conocido como “La Boquilla” , donde el río se divide en dos ramales, se comprobó que el brazo derecho tiene bajo nivel lo que imposibilita alimentar las cascadas, que son el principal atractivo de Agua Azul.

Los lugareños aseguran que un 80 por ciento del agua corre por el brazo derecho, zona desconocida para el turismo aunque hay cascadas, rápidos y piscinas.

El lunes un grupo de hombres limpió sedimento en el lecho del río, en el punto de “La Boquilla”, pero horas después el agua bajó sus niveles.

El lunes trabajaron 40 hombres con barretas, picos y palas; el martes otros 180 ampliaron y ahondaron el cauce derecho, con el derribo de rocas y remoción de lodo y arena, explicó Sebastián Hernández López.

También removieron los troncos de un árbol que cayó a finales de octubre sobre el río Agua Azul, pues los lugareños creían que eso afectaba el afluentederecho.

Hernández López aseguró que él gobierno federal y estatal tienen previsto gastar en los estudios y proyectos un promedio de 15 a 20 millones de pesos, pero dijo que entre los prestadores de servicio hay preocupación porque temen que los trabajos del gobierno federal y estatal tarden varios meses, con lo que ponen en riesgo el arribo de turistas y por ello la venta de negocios y artesanos disminuya.

Este miércoles, personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) empezó a trabajar de “La Boquilla” hacia arriba del afluente para retirar palos y rocas que permitan que el agua se cargue en el brazo derecho.

Roberto Ramírez de la Parra, director de la Conagua, dijo que en el desazolve del río se necesita de “cierta maquinaria para poder hacerlo”, pero se necesita retirar “unos arboles caídos en la parte de atrás que forman una especie de espigones para desviar el cauce hacia el brazo izquierdo hacia el brazo derecho ”.

En el afluente se realizan trabajos de batimetría que permitirán conocer la cantidad de sedimento.

Para el funcionario es “muy probable” que al quitar los troncos del árbol, que cayó al lecho hace 15 días, el afluente reciba más agua en el curso derecho.

También se realizarán trabajos en el cauce río arriba para que el agua fluya en un periodo de 48 a 72 horas en el brazo derecho.

Otras de las medidas que se aplicarán, en busca de que el cauce derecho recobre su normalidad, es colocar un muro de costales con arena con el fin de que el afluente deje de cargarse en el brazo izquierdo, explicó Ramírez de la Parra.

Para el secretario de Protección Civil, Luis Manuel García Moreno , los trabajos que realizaron pobladores de Agua Azul resultaron improductivos pues las cataratas regresaron al estado del fin de semana, “con la roca caliza desnuda y sin agua”.

Entrevistado por reporteros, el funcionario explicó que las lluvias del Frente Frío , provocaron un aumento en el caudal y por esto los pobladores decidieron realizar labores de limpieza que resultaron infructuosas.

msl

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