El binomio oaxaqueño especializado en rescate conformado por Fausto Martínez Chávez y su can “Balto” fueron enviados la Ciudad de México con el propósito de apoyar en la búsqueda de personas, tras el sismo del pasado 19 de septiembre.

“Balto” es considerado el único perro certificado en esta materia en el estado de Oaxaca, mientras que Fausto es trabajador de la Dirección de Protección Civil Municipal, informó el ayuntamiento de Oaxaca de Juárez.

“Balto”, un pastor belga malinois, y su guía han recibido capacitación en la materia desde hace siete años en instituciones como la Escuela Nacional de Perros de Búsqueda y Rescate de la Cruz Roja Mexicana en Guanajuato.

En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afiliada a la Organización Internacional de Perros (IRO por sus siglas en inglés), máxima red mundial responsable en temas relacionados con búsqueda y rescate urbano para localizar personas bajo escombros.

También han sido capacitados en la República de Panamá y han recibido el Diplomado para la Formación de Adiestradores Caninos Profesionales de la Asociación Táctica de Operadores Latinoamericanos (ATOLA).

Martínez Chávez tiene más de 18 años trabajando en el ámbito de Protección Civil y la Cruz Roja Mexicana; es técnico en urgencias, en extracción vehicular y en rescate vertical. Con toda esta capacitación, el equipo binomio es el único en Oaxaca adiestrado de esta manera, por lo que se encuentra al 100 por ciento de su operatividad y listos para salvar vidas en este siniestro que afectó severamente a la Ciudad de México, indicó la autoridad municipal.

Fausto Martínez relató que desde hace siete años se han preparado para este tipo de acontecimientos y a lo largo de este tiempo, “Balto” ha disfrutado mucho su trabajo, ya que todo su entrenamiento se rige a base de juegos y reforzamientos positivos, lo que facilita su trabajo.

Recientemente el binomio participó en la localización de un menor de edad que fue arrastrado por un río, en el municipio de Asunción Nochixtlán.

“Para certificar a ‘Balto’ tuvimos que cumplir con características como obediencia, que pueda trabajar a distancia sin necesidad de gritarle, solamente con señas pero sobre todo que sepa identificar el aroma que le estamos pidiendo, además que pueda distinguir entre aromas de comida y prendas de vestir que fueron utilizadas --llamadas puntos calientes-- e incluso de personas fallecidas”, relató el guía.

Martínez Chávez detalló que en este tipo de desastres, la labor de los perros de rescate es muy importante, pues la sensibilidad de su olfato puede abarcar en 10 o 15 minutos, un área que 10 personas tardarían en hacerlo en tres o cuatro horas.

“No vamos por el reconocimiento ni nada de eso, vamos por el simple hecho de ayudar, pues ese fue uno de los objetivos que nos propusimos cuando iniciamos con el entrenamiento hace siete años, que en algún momento podríamos ayudar a salvar vidas”, finalizó el rescatista.

afcl

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