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En las últimas horas de 2017 fue asesinado frente a su domicilio el aspirante a la candidatura del PRI por la alcaldía de Atoyac, en la Costa Grande de Guerrero, Adolfo Serna Noguera, informaron autoridades de seguridad.

De acuerdo con el reporte de la policía local, alrededor de las 20:45 horas del 31 de diciembre el también empresario del ramo de la construcción, de 30 años, fue sorprendido afuera de un edificio donde tenía su domicilio y oficina, cerca de la biblioteca municipal. Ahí quedaron ocho castillos percutidos de arma .9 milímetros.

Serna Noguera era uno de los dueños de la empresa constructora Papanoa y, de acuerdo con testimonios, tenía dos años de haber regresado a Atoyac después de haber participado en la campaña de Damaso Pérez Organes, actual alcalde.

Fue parte de la estructura de los jóvenes del tricolor y era considerado como uno de los aspirantes con más presencia para logar la candidatura a la alcaldía, la cual también la busca la diputada local Ángeles Salomón.

El día de su muerte, escribió en su Facebook un mensaje para la unidad del PRI para la próxima elección en la entidad.

El dirigente del PRI en Guerrero, Heriberto Huicochea, pidió el esclarecimiento del crimen y exhortó a los aspirantes a cargos populares a esperar los tiempo electorales y así no exponerse antes de tiempo.

El 28 de diciembre fue asesinado el presidente municipal de Petatlán, también en la Costa Grande, Arturo Gómez Pérez, cuando se encontraba departiendo con amigos en una pozolería.

Alto riesgo. De octubre de 2015, cuando iniciaron las administaciones municipales, al pasado diciembre, en Guerrero han sido asesinados 20 políticos (dos de ellos alcaldes en funciones); uno está secuestrado y otros dos están desaparecidos.  Además de Arturo Gómez, hace más de un año Ambrosio Soto Duarte, presidente municipal de Pungarabato, en Tierra Caliente, fue emboscado por un grupo armado en los límites de Guerrero y Michoacán. Desde el inicio de su gobierno Soto denunció amenazas de muerte por no entregar parte
del presupuesto municipal.

En abril de 2017, fue secuestrado el alcalde de Alcozauca, el priísta Nicolás Diego Herrera por un grupo armado. Tres días después fue liberado. En este tiempo también fueron asesinados seis regidores: de Chilapa, el priísta Miguel Ángel Salmerón;  de Acapulco, el priísta Jesús de la O; de Zitlala, Dagoberto Domínguez Acevedo; de San Miguel Totolapan, el perredista Roberto García García; de Tecpan, Víctor Manuel Camacho, de Morena, y de Acapetlahuaya, el perredista Octavio Arrellano.

También fueron ejecutados los ex alcaldes de Pungarabato, Eli Camacho Goicochea; de Zitlala, Francisco Tecuchillo Neri; de Acapetlahuaya, Roger Arrellano, y de Tecpac, Crisoforo Otero. Todos del PRD.

Las balas también llegaron hasta los aspirantes y ex abanderados. Hace un mes, hombres armados asesinaron al ex candidato a la alcaldía de Quechultenango por MC, Arturo López Solano, quien buscaba ser otra vez el abanderado; y el ex candidato del PRI a la alcaldía de Zumpango, Francisco Torres.

En la República, durante 2017, un total de nueve alcaldes fueron ultimados a manos de grupos armados: dos de Puebla, dos de Veracruz, uno de Colima, de Oaxaca, de Michoacán, de Chiapas y también de Guerrero.

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