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Sentados en torno a una mesa, Roberto Sosa, Jorge Zárate y Daniela Zavala intentan desenmarañar por qué les fascinó la historia de Un hombre, una mujer y un perro.

“Lo fascinante para mí de este texto es que habla de verdades humanas desde distintas capas, es decir, hay un acercamiento a lo risible que puede ser la condición humana en su afán de buscar la felicidad, pero va profundizando a través de la mirada del perro lo complicado que es relacionarnos como seres humanos”, explicó Roberto Sosa, sobre quien recae el papel del can.

Para Daniela, la magia del texto de la dramaturga alemana Sibylle Berg es que, si bien puede hacer reír al espectador y al actor, también va moviendo fibras sensibles que hace que la gente se identifique con lo que sucede en la historia.

“A veces me siento tan ridícula porque hacemos cosas que el perro nos pone de frente como una barbaridad, nos estamos comportando de la peor manera, si es que queremos tener una pareja y mantenerla a nuestro lado con toda su voluntad y amor”, dijo la actriz.

Sibylle Berg planteó la historia de Él y Ella, quienes a sus 40 años se encuentran solos y con el deseo de encontrar el amor, por tal motivo acceden a una cita a ciegas y comienza un intrincado camino a la felicidad, acompañados de un perro que discretamente expone todo lo que entre ellos sucede, desde su perspectiva.

“Creo que lo que estamos percibiendo en esta obra es ese lugar en el que el espectador se verá reflejado por los topes que se ha dado contra la pared, para mí el sentimiento es de gran pena y pudor de ver cómo estamos los humanos según amando”, señaló Jorge Zárate sobre esta puesta en escena que se estrenará el 7 de abril en La Teatrería.

“Al final de cuentas nosotros somos cuenta cuentos, entonces cuando te encuentras un buen cuento dices, esto lo quiero contar y que todos los demás lo disfruten tanto como yo”, dijo Ignacio Flores de la Lama, director de la obra.

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