Roger Waters

siempre se ha caracterizado por ser una figura con opinión propia, dura y crítica. Por ser un contestatario crítico de la sociedad actual. Conocidas son sus posturas sobre la administración de Donald Trump y su lucha por el boicot cultural a Isarel , algo que le ha valido enemistarse con bandas como Radiohead respecto si es correcto o no tocar en dicho país por ocupar territorio palestino.

En la ciudad de Sao Paulo, Brasil, el ex bajista de Pink Floyd concedió una conferencia de prensa con medios de países de Sudamérica que visitará el próximo año en el marco de su más reciente gira denominada "Us + Them", título en referencia a la canción extraída del álbum de 1973 The Dark Side of The Moon, y que lo traerá nuevamente a Chile el 14 de noviembre de 2018 al Estadio Nacional.

Waters no separa nunca su oficio de músico y estrella de rock, con su animal político. Todo está relacionado para el artista de 74 años y su nuevo material, Is This The Life We Really Want? (2017) nuevamente es una prueba de ello.

Le tomó 25 años volver a editar un nuevo disco, el que publicó el 2 de junio y que está disponible para libre escucha en Spotify , plataforma a la que Roger apuntó sus dardos.

El inglés no tuvo reparos en manifestar la sensación negativa que le produce escuchar música vía streaming . Según contó, saltar de una canción a otra, retroceder y adelantar temas o pasarse de un artista a otro como lo permite este tipo de aplicaciones y también sitios como YouTube, "se ha transformado en una conspiración".

"Es difícil tener el control de lo que escucha la gente y cómo lo hace. Tengo una visión un poco crítica al respecto, pero así es como es ahora", apuntó el músico. "Suena bien crítico, pero cuando este disco salió, me di cuenta que ya estaba en línea y la gente lo escuchaba", agregó.

"Antes uno se tomaba una lata de cerveza y sacudía la cabeza cuando cantabas 'lalalá'. Entonces, no sé, es lo que pienso de eso. Recuerdo a MTV cuando salían videos de artistas uno después de otro y la radio FM también ha sufrido por eso, pero era increíble. Ahí se veía una audiencia que se preocupaba de la música", sostuvo.

Para el músico, plataformas como YouTube y Spotify son fuentes que generan ingresos de manera fácil e impersonal, sin reparar en los intereses de la audiencia, y para él "eso tampoco es gracioso, pero nada se puede hacer al respecto. Después de todo, es libertad de expresión. A la gente le gusta Spotify para escuchar música, no hay nada de política y nada de creatividad intelectual al respecto, excepto mantenerte de alguna forma 'esclavizado' con el 'lalalá'", confirmó.

No es primera vez que Waters manifiesta su posición en contra de la tecnología al servicio de la música. En una entrevista con The Times en 2015, sus palabras fueron igual de duras.

"Me siento realmente privilegiado de haber nacido en 1943 y no 1983. Una época en donde existía una industria musical de verdad y Silicon Valley no era una cosa todavía, por lo que realmente podías vivir de la música. Cuando esta tropa de renegados y ladrones no se había interpuesto aún entre la gente creativa y el público para robarles cada puto centavo", fueron parte de sus declaraciones.

El inglés, no obstante, agregó que "es buena opción usar Spotify, pero con él la gente tampoco es libre del todo". "Spotify esclaviza a la gente porque no hay procesos intelectuales, ni políticos, ni creativos, ni humanos, excepto mantenerte 'enchufado' todo el día al celular, pero las cosas buenas regresan", afirmó.

rad

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