Ricardo O’Farrill prefiere no entrar al juego de votar

cesar.huerta@eluniversal.com.mx

El comediante en stand up, Ricardo O’ Farrill, nunca ha votado y tampoco lo hará en esta ocasión porque considera a todos los políticos iguales, pero sí sabe que al final a quien gane o pierda, se le estará haciendo memes.

“No es una invitación, pero sí mi opinión. Yo no voto. No entiendo ese juego”, indica.

“Se me hace una idiotez, una broma, entrar a un proceso político que sabes puede estar amañado, o entrarle al juego de ‘no puedes anular el voto porque se va a otro candidato’. Y si esas son mis dos opciones, prefiero quedarme en casa, abrir una chela y ver el circo que está pasando”.

Con más de 470 mil seguidores en su cuenta de Facebook y superando los 230 mil en Twitter, O’ Farrill es uno de las personas más influyentes en México.

Su presencia convenció a Netflix para invitarlo a dar un espectáculo y recién colgó en YouTube uno ofrecido en Pachuca, donde habla de política, el sistema educativo mexicano y hasta de la salud del Papa Francisco.

Días antes de las elecciones presidenciales, habla sobre cómo ve la situación actual política.

¿Cómo ves el panorama?

No existe una diferencia fuerte para mí (en candidatos), al final nos pegan todos igual, al final a todos les vamos a estar haciendo memes y nos vamos a estar quejando igual, porque todos tiene cola que les pisen; no existe ninguno que me represente y me enorgullezca. Entonces lo veo como que hay que subirse al círculo político de los memes, ya sé que está mal que lo diga, pero no hay de otra, uno hace corajes y ves a la gente que se enciende defendiendo a un candidato, defendiendo a otro, cuando todos son unos pinches rateros, mentirosos. Gane Meade (José Antonio, del PRI), Anaya (Ricardo de PAN-PRD, López Obrador (Andrés Manuel, de Morena), El Bronco (Jaime Rodríguez, independiente) es la misma cosa.

¿Vas a votar?

No le creo a ninguno, mienténme la madre, digan lo que quieran, pero yo no voto, nunca lo he considerado útil votar. ¿Qué pasó la vez pasada?. Todos los que salieron a votar por Andrés Manuel López Obrador se fregaron, todos los que salieron a votar por Enrique Peña Nieto, ahora tienen que esconder la cara de verguenza para decir que no votaron por él. Yo no quiero estar en ninguna de las dos posiciones.

¿Cómo entonces resolver los problemas del país?

Cada quien tiene su idea. La mía es buscar trabajar más para cambiar tu entorno un poquito y ver a toda esas personas mexicanas que están logrando cosas padres y decir: quiero ser un poco así. Por eso hay esta fuga de cerebros todo el tiempo, se nos va Derbez (Eugenio) a Los Ángeles, se nos va Del Toro (Guillermo, El laberinto del fauno) a ganar Oscar. Y tener la esperanza de que lleguen políticos ciudadanos a cambiar el país.

¿Alguna vez se han acercado políticos a ti?

Sí. Se acercó el PAN para unos eventos y les dijimos que no y el día que Sofía Niño de Rivera hizo reír a Peña Nieto (mayo 2016), me hablaron también. Llamaron para ir al evento, pero pensé que era una agencia de management y dije que no porque no me caían los políticos y todos eran unos pinches cerdos mentirosos y no les creía nada, pero que cualquier otra marca o evento que tuvieran me avisaran. Fue cuando me dijeron que era de la oficina de él (risas). ¡Al menos espero le haya llegado mi recado!

¿Viene parte de política en tu nuevo show (para septiembre)?

Correcto, hay crítica a nuestro presidente Peña Nieto que ya va de salida y es decir, no olviden que aunque estemos elegiendo a los nuevos idiotas (al gobierno), va un idiota de salida.

¿Alguna vez has recibido una invitación rara, quizá del narco?

¡Pasó una vez! Era un cumpleaños de un “doctor”, se portaron muy amables todos, estuvo muy bien el show, pero yo estaba asustadísimo. Fue hace como un año, era una fiestota, con muchos grupos de banda. Lo que más nervioso me ponía es que no se rieran. Siento libertad de contar esto porque no tengo idea de quiénes eran, sólo sé que era Guanajuato y en medio de la nada, ni siquiera podríamos volver a llegar ese lugar, estábamos cruzando unas vías de tren y la madre (risas).Muy lejos.