Vamos mi cariño que todo está bien, esta noche cambiaré, te juro que cambiaré ”, cantó en el escenario y las siete mil personas frente a él lo acompañaron evocando , seguramente, infinidad de recuerdos. “Por vos yo bajaría el sol o me hundiría en el mar”, continuó y los ecos también, todos en un mar de luces que a momentos, caían en los rostros felices de los asistentes . Así fue el concierto que el argentino ofreció este lunes por la noche en el Pepsi Center de la Ciudad de México .

La música comenzó a las 20:45. Las primeras canciones fueron “ Ya no te quiero ”, “ Bajando la Calle ”, “ Viento ” y “ El otro ”. El también creador y voz de Los Fabulosos Cadillacs no habló mucho a la gente, dejó que cada canción hiciera lo suyo.

Más tarde, agradeció a los asistentes por acompañarlo esa noche. Señaló que normalmente los artistas dicen cosas como “es un honor tocar aquí”, pero en su caso, reiteró que era muy cierto.

En el lugar también sonó “ La carta” y luego cantó “ Los Caminos de la vida ”, tema que creó una atmósfera muy particular en el recinto, había cierta nostalgia , una empatía tremenda con lo que Vicentico estaba cantando, con esa ilusión infantil de una vida que termina siendo mucho más complicada cuando se llega a cierto punto.

Morir a tu lado ”, “ Paisaje ” y “ Las manos ” fueron cantadas en la recta final. En una nueva pausa, el cantante recordó que ya son muchos años los que ha venido a tocar al país y agradeció nuevamente.

El cantante y sus músicos se despidieron después de las 22 horas con temas como “ Hasta siempre comandante Che Guevara ”, y ante una audiencia que nunca dejó de cantar sus canciones, de brincar, alzar las manos y nadar entre todas las luces y tan cerca de uno de sus artistas favoritos.

nrv

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