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Desde la rotonda de Insurgentes el paisaje era: decenas de collares de flores y banderas del LGBT+ conviviendo con playeras de la Selección Mexicana. Sobre la calle Génova (camino al Ángel de la Independencia) los colores aumentaban igual que los ánimos de los que llenaban los bares para ver el partido de México contra Corea del Sur.

Así comenzó la Marcha del Orgullo Gay este año, en el que Erick Hayser y María León fueron los padrinos a través de la asociación Impulse México. Ambos hicieron un llamado a informarse sobre el VIH, no tener miedo a hacerse pruebas periódicas  y, de resultar positivo, iniciar el tratamiento.

Erick tomó la palabra para expresar: “Creo que ya es momento de que hablemos, de verdad, sin vergüenza, de que vayamos a hacernos los estudios, de que podamos hablar del VIH sin estigmatizar. Esperemos que para 2030 podamos erradicar por completo la propagación del VIH”.

Por otro lado, María León compartió experiencias cercanas: “El simple hecho de no buscar un diagnóstico es lo que hace la diferencia entre la vida y la muerte. Yo he perdido muchos amigos por esa causa”.

Diez minutos antes del mediodía, Jesse & Joy aparecieron en un camión para dar el banderazo de salida de la marcha. Cantaron para empezar “Espacio sideral”, nadando entre burbujas que llegaban hasta los asistentes en el Ángel. “Que este siga siendo un día hermoso y, si alguien viene soltero, espero que encuentre al amor de su vida. Es importante que sepamos que para amar, nos tenemos que amar a nosotros”, dijo la cantante.

Antes de despedirse cantaron “Cielito lindo”.

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