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Lupita D’Alessio descubre entre el público a su nieto más joven, en realidad es un bebé que mira a su abuela en medio de las luces, de los músicos y los aplausos.

Ahí está ella hablándole como si también fuera una pequeña, sin importarle las cámaras, el público y que está celebrando más de cuatro décadas de canto.

La cantante sobrevive al calor del atardecer acapulqueño.

“Que tengo mojado el pecho, pues ¿qué esperaban?, es normal”, dice entre risas después del comentario de la producción que lleva su cargo el video del nuevo disco de la cantante, el primero de su carrera que se hace en vivo.

Como el buen gusto dicta, vestida de blanco en medio de la playa y con el sol diciendo adiós en el fondo del escenario, la intérprete estuvo sobre la tarima para que su voz se combinará con el murmullo marino.

Dado que la idea era festejar, las luces, las flores y los músicos estaban prestos a animar a los poseedores del aplauso, mientras que la anfitriona se lucía debajo de los focos de colores pastel.

Agradeció a aquellos que siguen creyendo en su talento, en su disquera que le permite editar “Yo sigo aquí” en formato Zona Preferente y el cual estará a la venta en diciembre.

Esta vez su pasado no sería el hilo conductor, no como lo ha sido en las últimas semanas con la serie de televisión que muestra su vida en 45 años de carrera; en esta ocasión serían canciones de otros los que se escucharán en su voz.

Así, canciones como “Cóncavo y convexo”, “Tu ni te imaginas”, “Estamos a mano”, “Que no me doy cuenta”, “O tú o nada”, “Huele a peligro”, “Costumbres”, se esparcieron entre la arena y la sal y obtuvieron como reconocimiento las palmas de los invitados.

Con la experiencia de los pies hasta la garganta, Lupita D’Alessio no necesita ni de bailarines ni de más escenografía que la de su presencia y una que otra flor blanca, por aquello de que hay que ser románticos.

Por ahí dicen que hasta el mejor cazador se le va la liebre y Lupita no es la excepción.

Un par de errores provocaron que La Leona dormida repitiera sus canciones.

Lupita reconoció el error, ofreció disculpas y volvió a empezar.

La intérprete hacía algunas pausas para refrescarse, para secarse el sudor y por tal motivo personal de la producción estuvo al pendiente de los elementos técnicos.

En tanto, los invitados se abanicaban por el calor, tomaban fotos y videos desde sus teléfonos inteligentes, total, no había ningún secreto que ocultar.

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