“¡Por fin nos vemos la caras!”, dijo Marisa Paredes al sostener, por vez primera en su carrera, el premio Goya a lo mejor del cine español, tras una trayectoria de casi seis décadas.

La actriz en Tacones lejanos, El espinazo del diablo y La piel que habito, recibió un Goya Honorario por su trayectoria, durante la 32 edición de la entrega de la estatuilla, realizada ayer en la capital madrileña.

Y vistió de negro, para reinvidicar también el papel de la mujer en la sociedad, uno de los reclamos máximos de la comunidad española de cine durante el evento.

“La vida de la actriz es como la rueda de la fortuna. Yo he tenido la fortuna de que muchos directores confiaran en mí y yo en ellos”, señaló Parades, de 71 años.

A los reclamos por una sociedad en la que la mujer tenga el mismo trato que el hombre se sumaron Penélope Cruz y Javier Bardem a su paso por la alfombra roja.

La actriz competía como Mejor Actriz por su papel en Loving Pablo, sobre la vida del narcotraficante Pablo Escobar.

“Me parece muy triste que a estas alturas tengamos que seguir reivindicando lo que hoy reivindicamos. Es unidos como se puede conseguir y esperemos que este año sirva para algo”, aseguró Penélope a RTVE.

El Madrid Marriott Auditorium Hotel también se llenó de abanicos rojos de reclamos, repartidos por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) cuyo estudio hace dos años, arrojó que tan sólo hay un 7% de mujeres directoras en España.

“Me parece anacrónico que tengamos que poner en evidencia lo evidente. Recordar esto es involutivo”, consideró Bardem.

Los ganadores. El filme La librería de Isabel Coixet (Mi vida sin mí) se llevó los Goya a Mejor Película, Dirección y Guión Adaptado, pero no fue en número la que más premios obtuvo, recayendo el honor en Handia, con 10 galardones.

“El FMI (Fondo Monetario Internacional) dijo el año pasado que a las mujeres nos faltan 170 años para alcanzar la igualdad salarial. Este año dice que serán 217 años. ¿No les vale con siete minutos?”, recalcó Coixet al recoger el galardón principal.

Handia, sobre el hombre más alto del mundo y una rivalidad entre hermanos, fue elegida por la Academia de Cine de España como su representante para buscar un lugar por el premio Ariel que da la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas a Película Iberoamericana.

Nathalie Poza por la película No sé decir adiós y Javier Gutiérrez por El autor, se llevaron el Goya a Mejor Actriz y Actor respectivamente.

Carla Simón por Verano 1993 se fue con el de Ópera Prima; The square, de Ruben Östlund el de Mejor Película Europea y Tadeo Jones 2: El secreto del Rey Midas, el de largometraje de Animación.

El corto animado Woody & Woody, que pretende ser un modesto homenaje al cineasta neoyorkino Woody Allen, triunfó en su categoría.

México sin nada. Adriana Paz, quien optaba en la categoría de Actriz Revelación por su trabajo en la cinta española El autor, así como el documental Tempestad, en la de Película Iberoamericana, se quedaron con las manos vacías.

La primera fue superada por Bruna Cusí, de Verano 1993 y la otra por la cinta chilena Una mujer fantástica, favorita al Oscar.

Previo a la ceremonia y en un encuentro con la prensa, Tatiana Huezo, directora de Tempestad, contó una experiencia en México.

“Cuando gané el Ariel a Mejor Dirección todos los periodistas me preguntaban qué se siente siendo mujer y no lo entendía. Pero después me comentaron que en los 70 años de los premios fui la primera mujer que lo ganaba”, indicó.

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