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Durante cuatro semanas, Marimar Vega vivió en un elevador para poder filmar una película que lleva por título precisamente el nombre de este sistema de transporte.

La comedia, ahora en posproducción, fue rodada en la Ciudad de México, a fines del año pasado.

La actriz compartió créditos con el español Gorka Otxoa (Velvet), siendo la ópera prima del también ibérico Daniel Bernal.

“Somos una pareja que se queda atorada en uno de los elevadores y es como una máquina extraña, así que todo ocurre ahí”, indica Marimar.

“Fue una filmación complicada, estar siempre ahí, fueron cuatro semanas, pero el director dice que es una comedia, yo, la verdad, es que sí me divertí”, agrega.

Se espera que El ascensor, décima película en la filmografía de la actriz, llegue a cines este año.

Marimar comenzó su faceta en la pantalla grande con una aparición en Amor, dolor y viceversa al lado de Bárbara Mori, a la cual seguiría la controvertida Daniel y Ana, presentada en el Festival de Cannes y en cuya historia mantiene una relación sexual con su hermano.

No sé si cortarme las venas o dejármelas largas, Amor de mis amores y Treintona, soltera y fantástica integran su experiencia en el ambiente cinematográfico.

En 2017 también hizo La boda de la abuela, secuela de El cumple de la abuela, con Susana Alexander.

En esta ocasión la protagonista contraerá matrimonio con el jardinero (Dino García), sumándose nuevos personajes en los histriones Macaria y Armando Hernández.

“Mi personaje está más loco, desesperado, se convierte en todo un caos familiar dentro de la historia”, advierte Marimar.

A casarse. Por lo pronto, el 9 de febrero, a Marimar se le verá en las pantallas mexicanas con la comedia La boda de Valentina, en la cual comparte créditos con Omar Chaparro.

Dirigida por el cineasta Marco Polo Constandse (Cásese quien pueda), cuenta la vida de una joven que aparentemente tiene la vida perfecta en Estados Unidos.

Pero su universo tiembla cuando su novio le propone matrimonio y debe presentarlo a la familia, que resulta que forma parte de la dinastía política más caótica y surrealista de la historia de México.

Ambos tendrán que sobrevivir al choque cultural con la famillia pero también a su carismático ex novio Ángel (Chaparro).

“Aquí los políticos se ponen de pechito para que nos riamos de ellos, el partido de mi papá en la película se llama Partido de la Austeridad y ya veremos a qué se refiere”, expresa Marimar Vega.

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