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Cannes.— Paul Dano generó gran expectación con la llegada de su cinta Wildlife a Cannes y que concursa en la Semana de la Crítica además de competir por la Cámara de Oro.

Con su pareja Zoe Kazan (nieta del famoso director griego ganador de dos Oscar, Elia Kazan) adaptó la novela homónima de Richard Ford y se puso tras la cámara para dirigir a Carey Mullighan, Jake Gyllenhal y a Ed Oxenbould. “Leí la novela varias veces. Sabía que había una buena historia que contar en cine”, contó el novel director a EL UNIVERSAL.

Dano recibió aplausos sinceros en el estreno de su cinta en la Sala Miramar en donde se lleva a cabo la Semana de la Crítica.

Para Dano, una de las claves de la película son sus actores. Y tiene razón, pues algo encomiable es el desempeño de Mullighan, Gyllenhal y Oxenbould que conforman una familia en proceso de separación.

“Es un filme acerca de la familia, del sueño americano, de lo difícil que es empezar a crecer y ver los años pasar”, dijo acerca de la cinta cuyo principal reto fue tener la financiación.

Para Mullighan, por su parte, hacer esta película fue algo muy deseado porque le gusta interpretar personajes de mujeres complejas y con muchas dimensiones, como Jeanette.

La historia transcurre en los años 60, cuando el divorcio aún arrastraba muchos tabúes. “Hoy en día es algo común pero en esa época era una situación complicada”.

Acerca del tema del momento, el Time’s Up, la actriz afirmó que algo está cambiando en Hollywood y no hay marcha atrás. “Creo que se están sentando las bases para que cambie la industria, es algo innegable y se han sentado muchos precedentes”.

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