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Hecha enteramente con iphone 5s, la película mexicana Oso polar alista su estreno comercial para el mes próximo, protagonizada por Humberto Busto.

Ayer la primera cinta nacional con esas características fue presentada en el marco del Festival Internacional de Cine, donde compite en la sección oficial.

“Lo que hice fue dar el portazo al cine”, bromea el director de la misma, Marcelo Tobar.

“Hoy, la neta, el teléfono se convirtió en un ariete para tirar la puerta, cambia las cosas para cineastas independientes y esa es la democratización del cine”.

Oso polar cuenta la historia de tres adultos (Busto, Verónica Toussaint y Cristian Magaloni) que deciden ir a una fiesta con ex compañeros de primaria, dándose entre ellos recuerdos de violencia.

Costó poco más de un millón de pesos, fue filmada en la Ciudad de México y requirió apenas una docena de personas (la décima parte promedio de una película industrial) en cada locación.

Cada integrante hacía dos o más funciones dentro de la producción, como asistencia de cámara, maquillaje y vestuario.

“Traer un teléfono facilitaba las cosas, pudimos grabar en el Metro sin problema”, recuerda Elsa Reyes, la productora.

En el orbe pocas producciones se encuentran hechas así, entre ellas Tangerine, dirigida por Sean Beker, ganadora en el Festival Sundance.

Ellos mismos, gracias al estímulo de Eprocine, serán los responsable de distribuirla en el circuito cultural como Cinemanía, Cine Tonalá y Cineteca Nacional.

Es la tercera película de Tobar, luego de dirigir Asteroide, y Dos mil metros (sobre el nivel del mar).

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