Así, en diminutivo y con cierto tono despectivo, se refieren algunos panistas a la candidatura de Javier Corral por la dirigencia nacional de su partido. Y no es que no le concedan al senador chihuahuense militancia y méritos para aspirar a liderar su partido, pero frente a la estructura panista que ha mostrado su apoyo a Ricardo Anaya —gobernadores, alcaldes, senadores, diputados y dirigentes— las adhesiones a Corral lo hacen ver como un candidato que jugará sí un papel digno en la contienda de Acción Nacional, pero al final un papel testimonial.

Javier Corral sólo ha ganado una elección en su carrera: la de senador en el 2000 y lo hizo gracias al fenómeno Fox en aquellos comicios. El resto de sus cargos parlamentarios, tanto como diputado local en Chihuahua o como congresista federal, han sido vía plurinominal, siempre arropado por las cúpulas del partido. En 2004 fue candidato al gobierno de Chihuahua y logró una alianza PAN-PRD, pero perdió contra el priísta José Reyes Baeza.

Dentro del PAN su perfil es visto como el de un “panista peculiar” con una agenda personalista y, casi siempre, ligada a los temas mediáticos y de telecomunicaciones en los que ha sido un férreo crítico de empresas como Televisa y en general del uso patrimonialista de los medios. Hay quien lo define como “el más izquierdoso de los panistas” y esa combatividad y su estilo directo; franco y a veces tosco, no le ha permitido ganar muchos apoyos, y mucho menos tener lealtades dentro del panismo.

Por ejemplo, en el ocaso del sexenio de Felipe Calderón le dirigió en septiembre de 2012 una dura carta en la que lo llamó “cobarde”, “colérico”, y lo acusó de haber favorecido deliberadamente al duopolio Televisa-TVAzteca. Sin embargo, hoy Javier Corral busca el apoyo de los calderonistas a su candidatura para dirigir el PAN.

Otro ejemplo de la cortedad de sus lealtades es que su actual senaduría plurinominal se la debe precisamente a Gustavo Madero, que lo metió en las listas de primera fórmula, luego de que perdiera e impugnara el proceso interno. Hoy, con el lanzamiento de su candidatura, sus principales críticas van dirigidas precisamente a Madero, a quien acusa de imponer una “candidatura de unidad” de Ricardo Anaya y de apropiarse del partido.

Con todo, es un hecho que Corral ha sumado algunos apoyos y simpatías de un sector del panismo, aunque difícilmente le alcanzarán para enfrentar a la nomenclatura blanquiazul que apoya a Anaya. En torno a él se han sumado algunas figuras del PAN en los 80, como Ernesto Ruffo y Francisco Barrio, que ya son más mito que estructura dentro del panismo. Un dato significativo es que ninguno de sus compañeros en el Senado lo apoyó al destapar sus aspiraciones y hay quienes piensan que lo único que busca en el fondo Javier Corral en esta contienda, que sabe que difícilmente ganará, es posicionarse por la candidatura de Acción Nacional en Chihuahua, que se define a finales de este año. Y aunque ya perdió una vez, quiere un segundo intento.

NOTAS INDISCRETAS… La CNTE vuelve a la carga en Michoacán, ahora para impedir la entrega de los libros de texto gratuitos para el próximo ciclo escolar en las escuelas del estado. Reportes que han llegado hasta la SEP dicen que en el almacén de Uruapan maestros de la sección 18 detuvieron la entrega de libros, mientras que en Pátzcuaro la CNTE tomó el almacén e impidió la distribución. Los disidentes anunciaron que extenderán sus acciones contra los libros de texto a todo el estado. ¿Qué hará ante eso Chuayffet? ¿Volverá a preguntar “quién es el patrón”?… Ahora que comenzó la transición en las delegaciones políticas del DF van a salir muchas sorpresas sobre la corrupción de las mafias perredistas. Por ejemplo, en Cuauhtémoc, tan sólo de una primera revisión a la nómina de la delegación, el equipo de Ricardo Monreal se ha encontrado a más de 100 familiares del delegado actual, Alejandro Fernández, del ex candidato José Luis Muñoz Soria, de Juan José Pandal, coordinador de la campaña de Muñoz Soria, y del diputado local Roberto López. Todos esos familiares cobraban jugosos sueldos en la delegación y algunos incluso eran “aviadores”. Es tal el nepotismo que en el equipo del delegado electo comentan que, en vez de organigramas, en la Cuauhtémoc lo que han encontrado son “árboles genealógicos”… Los dados mandan doble Escalera. Buen tiro.

sgarciasoto@hotmail.com

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