Ahora que se estrenó el capítulo siete de la saga concebida por George Lucas ratifico mi pertenencia a la generación Star Wars. Luke Skywalker, Han Solo, Obi-Wan Kenobi o la Princesa Leia son personajes que me devuelven una sensación de infancia, tan intensa como el suflé de espinaca que hacían en casa de mi abuela.

Verlos ahora tan mayores en El despertar de la fuerza me hizo sentir ídem y los resortes de la memoria reaccionaron. No identifico otro motivo cinematográfico que me permita recorrer las experiencias de mi generación con igual afecto.

La guerra de las galaxias se proyectó en las salas mexicanas de cine cuando todavía vivíamos apartados del mundo. La telenovela Mundo de juguete se había encargado de la educación sentimental de los niños y muchos fuimos hechizados por los caireles de Graciela Mauri.

En lo político teníamos un presidente carismático y no habríamos podido imaginar otra forma de ejercer el poder que no fuera por la gracia de un José López Portillo todo poderoso, guapo, mujeriego y con aire soñador.

Aquel año Steve Jobs fundó Apple Inc. ¿Quién habría podido predecir que esa compañía sería responsable de una gran revolución?

Al mismo tiempo Jesús Reyes Heroles impulsó en México una reforma al sistema de partidos para provocar la pluralidad; también era imposible calcular la enorme repercusión que ésta tendría.

El siguiente capítulo de la epopeya lucasiana —El imperio contraataca— arribó a las salas en 1980. México aún se desplazaba con morosidad. En cambio, en Estados Unidos eligieron como presidente a Ronald Reagan, un mal actor que resultó bueno para el espectáculo político. Mientras allá provocaba pasiones, aquí nos caía muy mal.

Por esa época asesinaron a John Lennon, Fernando Valenzuela entró a jugar en las grandes ligas, José José cantaba Amor amor y Cuauhtémoc Cárdenas fue postulado por el PRI como candidato a gobernador de Michoacán.

Luego vino El regreso del jedi (1983). El éxito de la saga era ya tanto que el señor Reagan se montó sobre su narrativa para hacer diplomacia internacional: llamó a la Unión Soviética “el imperio del mal” y lanzó una estrategia bélica que bautizó sin pudor como “La Guerra de las Galaxias”.

Coincidió aquello con que El Vaticano perdonó a Galileo Galilei por haber comprendido muy temprano que la mejor manera de aproximarse al mundo propio es pensarse como parte del universo.

Para acompañar la tonada de los tiempos Bonnie Tyler cantaba Eclipse total del corazón y Juan Gabriel su éxito No vale la pena.

A continuación … 16 años de desierto.

La generación Star Wars se puso a inventar otros referentes, pero no tuvo éxito.

Con todo, fuimos los grandes beneficiarios de la globalización, dejamos de presumir el ombligo, el presidente dejó de ser la única referencia política, el PRI aprendió a vivir con otros partidos, la música en inglés ganó terreno, los conciertos masivos de rock nutrieron nuestra estética y se hizo normal que el Papa visitara México.

Después de una muy larga espera llegó La amenaza fantasma y la taquilla se abarrotó otra vez. Por aquellos días Bill Clinton fue procesado por mentiroso y en México fue asesinado el comediante Paco Stanley. Por él nos enteramos que la narcoviolencia también podía tocar la puerta de la casa.

Como síntoma de los vientos nuevos se transmitía la telenovela El candidato, una crítica a la política mexicana como no se había visto antes en la pantalla chica.

En California, Google Inc. tenía apenas un año de fundada y Santiago Pando, el publicista que construyó al personaje de Vicente Fox para que pudiera ganar la presidencia de la República, se inspiró en Han Solo para hacerlo triunfar.

En 2002 se estrenó El ataque de los clones y lo mismo ocurrió con el euro, una moneda nueva para la Unión Europea. En México la película compitió en audiencia con la primera edición del Big brother y en Brasil por fin venció el candidato socialista Luiz Inázio Lula da Silva.

Este mismo año se creó la Corte Penal
Internacional.

La venganza de los sith vería la luz en 2005 junto con Facebook y Wikipedia se convertiría en el sitio más popular de internet. En paralelo, en la parte alta de un restorán japonés, un trío de jóvenes fundaron Youtube y Andrés Manuel López Obrador terminó desaforado por el Legislativo mexicano. Aquel año también murió Juan Pablo II y naufragó el proyecto de la Constitución europea.

ZOOM: Sería apresurado profetizar lo que vendrá con El despertar de la fuerza y sus secuelas, pero de una cosa no tengo duda: la mirada fatigada de mi generación se parece a la que comparten en ese filme Han Solo y la Princesa Leia y es que ha transcurrido mucha vida desde la primera aparición de Star Wars.

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@ricardomraphael

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