#LaVozDeLosExpertos

Las plataformas de publicidad online se han vuelto muy relevantes para dirigir narrativas a los electores. Los partidos pueden ver los segmentos de gente al que acceden, sus intereses, que la mayoría cuenta con credencial de elector (si es mayor a 18 años) y otros más con una opinión que influye en la familia (menores con opiniones sobre el mundo que esperan les dejemos).

El Gabinete de Comunicación Estratégica publicó, en octubre del año pasado, que en México el 62.8% de sus encuestados considera que la información sobre temas políticos o públicos que se publica en redes sociales no es confiable, pero Internet es el medio al que más le creen para obtener la información (27%) por encima de los medios tradicionales como la televisión (24.8%), los periódicos (23.5%) y la radio (13.4%).

México y surrealismo tácito, la gente cree que es más fácil corromper a un medio con una línea editorial y profesionales de la comunicación que plataformas que no cuentan más que con políticas en contra de la pornografía, en pocas ocasiones contra el bullying y el acoso, y en muchas menos ocasiones en contra de la difamación. Además, la gente cree más en la plataforma menos regulada respecto a la propaganda política. De ahí algo que me gustó que encontré en el Reino Unido, una extensión para Chrome con la que la misma ciudadanía puede ayudar a hacer el monitoreo y distinguir entre propaganda política y propaganda política disfrazada de publicidad en Facebook.

La extensión Who Targets Me? está pensada para atender específicamente al Reino Unido, pero es open source. Los desarrolladores dicen que durante las elecciones generales de 2015 en el Reino Unido y el referéndum de 2016, las campañas gastaron millones de libras en comprar anuncios de Facebook dirigidos de forma muy precisa a diferentes audiencias. Los votantes fueron bombardeados con mensajes adaptados a su interés, edad, sexo, ubicación y más. Y por el bien de la democracia, buscan arrojar algo de luz sobre estos anuncios.

Es preocupante pensar que si en esas elecciones un partido invirtió 1.6 millones de libras y el otro partido solo 160 mil, la solución sea invertir un millón contra millón y medio, haciendo que el único verdadero ganador sea la plataforma digital, que ni siquiera hace público lo que sí busca hacer público una sencilla extensión para Chrome: qué narrativas fueron dirigidas a qué personas, en qué diversidad de formas y con qué impacto, así como el costo, y claramente, quién lo pagó.

El nuevo perfil psicográfico, especialmente utilizado por Cambridge Analytica (de un donante a la campaña de Trump, Robert Mercer) deja muy en claro qué hay que transparentar. Ellos dicen que hoy en redes sociales se puede utilizar la narrativa en pro de la posesión de armas de la siguiente forma : "Para un público altamente neurótico y concienzudo se necesita un mensaje que sea racional y basado en el miedo" la imagen de la mano de un ladrón rompiendo una ventana y un eslogan sobre la segunda enmienda que es una póliza de seguro. Mientras que para un público cerrado y agradable que se preocupa por la familia y la tradición, el lema podría ser: "De padre a hijo, desde el nacimiento de nuestra nación".

Justo de eso nos tiene que cuidar el Tribunal Electoral, el INE, y todos los que han gastado millones en sus nombres pero no en extensiones de Chrome. Queremos saber quiénes están recogiendo nuestra información en línea y clasificándolos como si fuéramos objetos taxonómicos de acuerdo con la franqueza, la conciencia, lo extrovertidos, la amabilidad, incluyendo si ponemos o no las necesidades de los demás y la sociedad por delante.

Pido al TEPJF: Se apoyen de tecnología y publique datos demográficos y psicográficos de quiénes fueron los destinatarios de cada anuncio y sobre los compradores.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses