Ante la cargada de legisladores de todos los colores para modificar la Constitución a fin de aplazar la fecha del apagón analógico acatando la instrucción de Televisa quien la semana pasada “sugirió” que se postergue la fecha porque, a su dicho, más de 7 millones de pobres se quedarían sin el vital entretenimiento, vale la pena revisar el tema desde su origen para dilucidar qué es lo que realmente está pasando.

La Reforma Constitucional establece en el quinto transitorio que el 31 de diciembre de 2015, las transmisiones analógicas de televisión terminarán, y con ello todo el país deberá transitar a la televisión digital. La Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión de 2014, también incluye una serie de mecanismos para alcanzar esta meta. Así, se trata de un programa cuyo diseño obviamente involucra a varios actores, todos ellos juegan un papel importante, veamos qué le toca a cada uno:

1. Los concesionarios de televisión abierta (los comerciales como Televisa y Tv Azteca), así como los permisionarios (los públicos y sin fines de lucro) tienen obligación de modificar su infraestructura para que sus transmisiones sean digitales.

2. El gobierno federal tiene diversas tareas. A la SEDESOL le toca el padrón de los hogares de más bajos recursos en el que se basa la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para entregar los receptores digitales; una vez que se ha cumplido con el 90 por ciento de penetración en ese sector de bajos recursos, da aviso al Instituto Federal de telecomunicaciones (IFT).

3. El IFT constata que en el área de cobertura respectiva, las estaciones se encuentren transmitiendo señales digitales y ordena que se apaguen las analógicas. Además, ha sido el responsable de la campaña de información a la gente sobre la transición a la TDT.

4. Los gobiernos de las entidades federativas tienen el deber de proveer de recursos a las estaciones públicas para que transiten al formato digital.

5. Toda la población que se encuentra fuera del padrón de SEDESOL, si queremos seguir viendo las señales de tv, debemos adquirir un dispositivo que nos permita recibir las señales digitales (comprarlo o suscribirnos al servicio de tv de paga).

¿Quién no cumple? Hasta el momento solo se han apagado las transmisiones analógicas en algunas ciudades de 7 entidades federativas, falta más de 80% de la población a nivel nacional. Los concesionarios no han transitado todas sus estaciones, faltan muchas de las complementarias que, aunque significan un porcentaje muy bajo de la población, también requieren inversiones. El caso de los permisionarios es más preocupante porque aproximadamente la tercera parte de ellos no han recibido los recursos y por lo tanto no han transitado a digital, de darse el apagón, no tienen por qué quedarse fuera del aire, el propio 19 transitorio de la Ley da una salida para mantenerlos prendidos.

El gobierno federal y el IFT hicieron lo que la Reforma les mandó, podemos o no coincidir respecto de la forma de implementarla, pero han cumplido. El IFT ha venido apagando lo que le informa la SCT. Y la población... pues algunos han transitado, otros no.

Tras bambalinas. El aplazamiento de la fecha del apagón requiere un cambio constitucional de la reforma “estructural” recién aprobada y eso no debe tomarse a la ligera por su significado. Las autoridades no han solicitado el cambio, lo ha hecho Televisa y los permisionarios que incumplieron por falta de recursos, se sumaron. La realidad es que esta norma que lleva más de dos años vigente y que fue aprobada por los legisladores que ahora la critican, se ha aplicado conforme ellos solicitaron y ahora quieren cambiarla. El número de 7 millones de pobres que se está utilizando como justificación para la modificación, no es oficial.

La afectación principal a Televisa tiene que ver con las mediciones del nivel de audiencias o raiting que consideran el número de televisiones prendidas en las casas. Así, han bajado los raitings por los que aun no transitan en las ciudades que ya se apagaron, pero sobre todo porque en la mayoría de los hogares que tienen más de un televisor, solo han cambiado uno de ellos. Los precios de la publicidad se fijan conforme a niveles de audiencias y justo a finales de año se negocia el paquete de publicidad para el próximo año. Usted dirá.

Si se aplaza el apagón debe quedar claro lo siguiente:

1. Que se hizo a petición de una empresa. Las autoridades acaban de confirmar que están listas para cumplir con la fecha original.

2. Que implica un costo adicional para los que sí cumplieron (como canal once), pues deberán mantener durante mayor tiempo transmisiones simultáneas (analógicas y digitales).

3. Que todos los mexicanos pagaremos los decodificadores o televisores que quiere Televisa y sus legisladores que se repartan el próximo año.

4. Que Grupo Imagen, que ganó la licitación de la nueva cadena de tv y que iniciará transmisiones en 2016, sería directamente afectada porque su audiencia solo será digital.

5. Que el proyecto de red compartida en la banda de 700 Mhz se tendría que licitar aun estando ocupado dicho espectro o se aplazaría también; precisamente una de las razones del apagón es liberar esta banda para servicios móviles.

6. Que el mensaje que subyace es que ya ni la Constitución da el nivel de certidumbre necesaria para las inversiones y el cambio de estatus quo que tanto prometieron en el Pacto por México. Quién querrá invertir si la Constitución se modifica a modo.

Obviamente no quiero que la gente se quede temporalmente si señal de tv, es un muy importante medio de comunicación pero no es el único, no sobre dimensionemos el asunto. Cuándo había visto usted tan preocupados a los legisladores, ni la falta de agua, electricidad o medicinas los ha hecho movilizarse tanto. En todos los países que han transitado a la TDT hay un porcentaje que tarda en adaptar sus receptores, me rehuso a que se utilicen nuestros impuestos para comprar más aparatos y también me rehuso a creer lo que el Senador Javier Lozano afirmó en entrevista con Alejandro Cacho en Noticias MVS el viernes pasado: “qué va a hacer la gente sin televisión, se va a sacar los ojos”. Esa es la visión que algunos de los que nos gobiernan tienen de los mexicanos.

*Presidenta de Observatel y profesora de la Universidad Iberoamericana en México. Este artículo refleja la posición personal de la autora

Twitter: @soyirenelevy

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