La grandeza de un equipo se mide no sólo por los títulos que adornan sus vitrinas, sino por la capacidad futbolística y mental que cada uno de sus jugadores tenga para no conformarse y siempre buscar ir por más, no importando los obstáculos que deba atravesar para lograrlo.

Eso es precisamente lo que deberá hacer el Barcelona, retomar lo mejor, aprender de los errores cometidos en el encuentro de Ida de la Supercopa de España ante el Athletic, y reencontrarse con la magia para revertir el 4-0 en contra.

No fue, sin duda, el mejor partido de jugadores como Bartra o Rafinha, por lo que para el encuentro que definirá al Campeón, deberán cambiar el chip y recuperar la confianza.

Tal parece que al técnico no le resultó buena estrategia darle descanso a algunos jugadores y me parece que para la vuelta tendrá que poner a los mejores para no perder la oportunidad de seguir haciendo historia.

En esta ocasión el dominio no resultó en balones de peligro para la gente a la ofensiva; al Barcelona no se le vio hábil para encontrar espacios; no hubo capacidad de reacción y los yerros en la defensa pasaron factura.

No obstante al sorpresivo resultado, el Barca es siempre fiel a su filosofía ganadora, a su estilo de permanente renovación y sus valores que lo instan a no dejar escapar la oportunidad de brillar y hacer que cada uno de sus futbolistas se contagie con el sabor de la victoria.

Es un modo de vida, pues no encuentro otro modo de concebir lo que día a día se vive al interior de la institución blaugrana; es un estilo que siente en sus rincones y que queda impregnado en cada nuevo integrante de la institución.
Hoy el Barcelona debe reflejar que es capaz de renacer, de retomar su historia ganadora y convertir su presente es algo magnífico y digno de reconocerse.

Nuevamente, como en aquél 2009, el conjunto catalán se encuentra ante la posibilidad de alcanzar el glorioso sextete, y para ello, tendrá que echar mano de sus figuras, de una estrategia en la que no se permitan distracciones, y sobre todo, la confianza en un plantel que ha rendido frutos y no se ha permitido el fracaso.

Luis Enrique le ha impuesto su propio estilo al equipo, aunque ello también ha conllevado a descuidar ciertas zonas o permitirse errores infantiles; sin embargo, es un hecho que este conjunto cuenta con una plantilla capaz de revertir cualquier situación desfavorable.

Siguiente parada: la vuelta de la Supercopa de España en el Camp Nou, donde el Barcelona buscará ir en contra de un abultado marcador y remontar como ya en otras ocasiones lo ha hecho ante equipos de gran jerarquía.

Twitter: @InesSainzG

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