No cabe duda que los acuerdos en México se toman sobre las rodillas, de una manera muy diferente, muy peculiar. Cualquiera que sea el entrenador de la Selección Nacional, que lo decidan, pero que lo hagan ya y no nos salgan con esas cosas raras y morbosas de un interinato. Es raro, pero eso sólo pasa en México.

Pareciera que a nuestros federativos les gusta la confusión, lo turbio, y mientras más confusión exista, mejor para ellos.
Primero fue con Miguel Herrera, a quien se pidió ayudar a la Selección Nacional con el compromiso de que regresaría al América, y no fue así; continuó, y nunca regresó a las Águilas de Coapa.

Ahora es el turno de Ricardo ‘Tuca’ Ferretti, quien extrañamente se presta a este juego que nunca había aceptado. Ahora no sabemos cuáles son los verdaderos motivos que lo llevaron a aceptar el ofrecimiento de un interinato.

Cuando realmente queremos que se hagan las cosas con seriedad, damos los pasos pertinentes y se toman las decisiones correctas. La tristeza que me da es que nuestros dirigentes no saben ni por dónde empezar. Todo es tan confuso en el fútbol mexicano que ya es necesaria una reestructuración general, porque no van a poder seguir engañando a la gente que ama este deporte.

Por otra parte, tuve unas vacaciones increíbles. He vivido unos días de descanso verdaderamente especiales porque he estado en las cuatro patas de la mesa en donde tengo el respaldo y apoyo familiar: México, Cancún, Madrid y San Diego.

Mi familia y yo tuvimos la oportunidad de disfrutar de las mejores playas del mundo y de la compañía de grandes amigos.

Temporalmente estuve en San Diego, ya que los compromisos que tengo en México son muchos, sobre todo con ESPN, donde semanalmente tengo que cumplir con asuntos laborales, y cuando se acercaban las vacaciones, solicité casi un mes para poder desplazarme a España con la finalidad de estar con mi otra familia y en mi otra casa.

Aterrizamos en Madrid, pero mi desplazamiento me llevó a San Sebastián. Al final, nos quedamos 18 días en este bello lugar, y aproveché la estancia para visitar a Carlos Vela y a Diego Reyes en el entrenamiento que desarrollaron.

Tuve el gusto de convivir con ellos y de conocer aún más a Carlos, a quien yo debuté en la Selección. Lo recuerda con gusto. En el entrenamiento tuve la oportunidad de verles en acción previo al partido que tuvieron contra Zaragoza una semana antes de iniciar la liga.

Mi regreso a Madrid coincidió con el partido del Trofeo Santiago Bernabéu que se acostumbra hacer anualmente. Ahora el invitado fue el Galatasaray y el Real Madrid obtuvo la victoria de 2-1. Fui invitado especial junto con mi esposa y mis hijas en el palco de honor. La invitación llegó por conducto de mi gran amigo Emilio Butragueño.

Aproveché para decirle que me gustaría tener un intercambio con la fundación del Real Madrid, ya que he recibido el visto bueno en San Diego, California, para iniciar mi fundación y espero en México tener también alguna sucursal. Me dio mucho gusto saludar a Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, y ver a muchos madridistas conocidos, entre ellos Míchel.

Cuando estaba en España, jugando y viviendo, viajaba a México a cargar las baterías para seguir con la ilusión de cumplir mis metas. Ahora me pasa lo contrario: necesito visitar España para cargar las energías y reconfirmar que sigo siendo Hugo Sánchez.

¡Que te lo digo yo!

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