El mexicano no tiene más dinero en el bolsillo. La explicación de que la baja en el pronóstico de crecimiento de la economía no es una mala noticia, no le dice nada. Tampoco el récord de la inversión extranjera directa. Y ya nadie parece tomarse en serio la promesa de que vendrá una “revolución” para aumentar los salarios a fin de que México deje de ser el país en que se paga miserablemente.

Por más que el gobierno propague que las cosas mejoran, la gente se sigue sintiendo insegura. El número de ejecuciones, secuestros, extorsiones, robos con violencia, robos a secas, es atroz. Y las imágenes que horrorizaban ayer quizá son peores hoy: Ayotzinapa, Villa Purificación, Reynosa, Chilapa, Tanhuato.

De acuerdo con las encuestas, el ciudadano piensa que sus gobernantes son deshonestos, si no es que ladrones en toda la extensión de la palabra. No recuerdo desde el salinismo un sentimiento colectivo tan extendido sobre la corrupción de los “servidores públicos”.

No hay mucho que celebrar, pues, en economía, seguridad, bienestar y percepción de buen gobierno. Sin embargo, y también de acuerdo con el grueso de las encuestas, el partido en el gobierno ganará las elecciones en dos domingos. Sería la primera ocasión desde 1997 que el partido en el poder triunfara en los comicios intermedios. Y conste que aquella victoria del PRI fue, en realidad, una derrota en su época: perdió el dominio en la Cámara de Diputados, el gobierno del Distrito Federal (por 22 puntos) y rotundamente los de Nuevo León y Querétaro.

Pero este 7 de junio perfila para que el PRI, con su aliado Verde, ronde 40% de los votos, que le permitirá mantener entre 230 y 240 diputados. Además, el PRI arriba a los últimos 10 días de campaña con probabilidad de ganar los gobiernos de Campeche, Guerrero, Colima, Nuevo León, Sonora, San Luis Potosí y Querétaro. Siete de los nueve en disputa.

¿Por qué el votante le dará el triunfo al PRI de Peña Nieto? ¿En dónde quedó la indignación del otoño y el invierno? ¿Qué fue del espíritu que clamaba por justicia frente a la impunidad, transparencia frente a la corrupción, seguridad frente a la violencia? ¿Qué hay de la máxima de que el ciudadano vota con una mano en el bolsillo, de que “es la economía, estúpidos”? ¿Por qué perdieron Zedillo, Fox y Calderón, y Peña Nieto saldrá victorioso? ¿Porque millones le reconocerán el talento para sacar las reformas que no tocan aun a la vida cotidiana? ¿O por qué llegamos al punto de que es preferible que la situación no empeore con panistas, perredistas, morenos, broncos?

Lo dejo en preguntas. Porque lo que veo contradice lo que comprendo. O no comprendo lo que veo. O no veo lo que comprendo.

MENOS DE 140. El PREP en la reñida elección de San Luis Potosí estará a cargo de Proisi, la firma que hizo el oso en Baja California 2013. Sí, señor.

gomezleyvaciro@gmail.com

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