El problema, desde un ángulo, es que ésta llega al país proveniente de Estados Unidos a precio dumping, es decir inferior al del mercado de origen.

La catarata le provoca a los productores una pérdida, con cargo a los trabajadores cañeros que tienen indexada su utilidad en relación con el precio del azúcar, de 5 mil millones de pesos anuales.

El daño al país se calcula a su vez en 10 mil millones.

Desde otro ángulo, la fructosa Made in USA que llega a México se produce con maíz genéticamente modificado, cuya siembra está prohibida en nuestro campo. De hecho, hay resoluciones judiciales que anulan permisos concedidos por la Secretaría de Agricultura.

Existen estudios científicos que relacionan el endulzante derivado de jarabe de maíz con obesidad y diabetes, incluso con mayor incidencia que el azúcar, lo que ha provocado que en Estados Unidos cada día aparezcan más productos en cuya etiqueta se aclara que no contienen fructosa.

Hace unos meses la empresa refinadora de azúcar liquida Sucroliq encabezada por Enrique Bojórquez, presentó una demanda ante la Secretaría de Economía por prácticas desleales de comercio en su modalidad de dumping contra la importación de fructosa al país, que logró eco en el fondo, pero no en la forma.

De acuerdo a la dependencia, aunque se reconocía el daño, la denunciante no tenía el peso suficiente para que se avalara la investigación.

Del otro lado de la moneda, empero, productores de Estados Unidos demandaron a las empresas exportadoras mexicanas de azúcar, según ello por apoyar su precio con subsidios, apuntando a los ingenios que le expropió el gobierno al grupo Azucarero Escorpión.

La posibilidad de imposición de una cuota arancelaria a la llegada del dulce se canjeó por un acuerdo de gobierno a gobierno que limitó el ingreso del dulce, con el consiguiente jaque a los productores ante una sobreoferta.

Con una zafra de entre seis y siete millones de toneladas, el mercado interno consume solo un máximo de 4.5. En el escenario, México debe vender en el exterior a precio menor que en el país, para evitar mayor desequilibrio.

El golpe lo reciben los cañeros, cuya ganancia, decíamos, está indexada al precio del azúcar en los distintos mercados. El porcentaje es de 57%.

Por lo pronto, pese a la imposición de un Impuesto Especial sobre Productos y Servicios en razón de un peso por botella, la industria refresquera sigue obteniendo jugosas ganancias. Sus propios estudios muestran que la baja en el consumo fue simbólica.

De hecho, aunque les falló el tiro de precisión que apuntaba a reducir el tributo a medida en que bajara el contenido de azúcar, se incrementó el costo de los refrescos de dieta o ligeros… que no son susceptibles de la carga impositiva.

Refresqueros, pues, en jauja, en tanto los productores de caña de azúcar se truenan los dedos en la apuesta por la sobrevivencia.

Balance general. Promovido por el sindicato de trabajadores de tierra de Mexicana de Aviación un recurso de inconformidad frente a la declaración de quiebra dictada hace dos años, finalmente un tribunal colegiado le dio luz verde, lo que en el terreno práctico implica la revisión del procedimiento.

El problema es que el ejercicio lo haría otro tribunal colegiado en el que participa, ahora como magistrada, la jueza que dictó la sentencia, Edith Alarcón. Los inconformes están solicitando al Consejo de la Judicatura que la togada sea recusada por el evidente conflicto de interés.

El problema es que aun cuando se determine que la quiebra fue ilegal, en el ejercicio de la sentencia se ha vendido ya la mayor parte de los activos de la empresa.

Finanzas ahorcadas. Aunque ninguna de ellas lleva mano en materia de endeudamiento, Quintana Roo, la Ciudad de México, Aguascalientes y Nuevo León se ubican como las entidades federativas más ahorcadas en función a la relación con sus participaciones federales.

En el primer caso, aunque el débito es inferior a 3 mil millones de pesos, el menor en el escenario, éste representa 220% del monto de las participaciones federales.

La capital del país alcanza un débito de 71 mil 83 millones de pesos que empata con el monto que le corresponde al año por el prorrateo de impuestos.

Como usted sabe, las entidades contratan créditos cuyo aval son justamente las participaciones federales. En la mayoría de los casos el servicio se cubre directo en la Tesorería de la Federación.

Aunque la deuda de Aguascalientes es también menor, 3 mil 99 millones, su monto equivale al 94.2% de su ingreso participable.

En el caso de Nuevo León su débito de 63 mil 832 millones de pesos representa 91.2% de sus participaciones.

¿Y las coberturas? La primera reacción del respetable frente a las voces que predecían el ajuste al presupuesto anunciado ayer, ante la incontenible caída de la mezcla mexicana de petróleo, apuntaban a la cobertura contratada por la Secretaría de Hacienda para garantizar un precio determinado por barril.

El problema es que el contrato sólo cubre 212 millones de barriles del combustible, frente a una producción que llega a 2.2 millones diarios. La protección, pues, alcanza menos de 100 días.

Samsung furiosa. Aunque al interior del país no se hizo ruido, hete aquí que en los foros internacionales en materia de tecnología o negocios en que participan como representantes de su país, directivos de la firma coreana Samsung les externan a los de México su malestar contra el gobierno.

Según ello, colocada la firma en la puja para el abasto de los 10.1 millones de televisores digitales que se regalaron a la población en el marco del apagón analógico, ésta fue descalificada. La exposición de motivos habla de que sus equipos no tenían la calidad requerida. La mayoría de los aparatos se adquirieron de empresas chinas.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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