Tenemos 22 años de estar inmersos en el TLCAN. En este lapso han evolucionado figuras que han incentivado las exportaciones. Hemos pasado de los CEDI, FOMEX, FONEI, IME, PITEX, ALTEX, ECEX, PROSEC, IMMEX, VUCEM, NEEC, Operador Económico Autorizado (OEA). En los próximos días entrará en vigor el formato denominado Documento de Operación para el Despacho Aduanero (DODA).

De igual forma hemos tenido programas que estimulan al comercio exterior. Destacando: el PRONAFICE, PRONAMICE, PROPICE, PCEP, PROSE y PRODEINN. En estos años hemos tenido 123 programas que han apoyado a la pequeña y mediana empresa. Para referenciar, sólo se destacan los dos más recientes, Fondo Pyme y el Instituto Nacional del Emprendedor.

El sector exportador, principalmente el manufacturero, se ha convertido en el pivote de la economía nacional, ya que representa 32.12% del PIB.

Sin embargo, del 100% de la producción manufacturera exportada en 2015, 17% sólo fue de contenido nacional, es decir, 77% de los insumos que se importan se ensamblan en el bien final de exportación.

Por lo que en el periodo del TLCAN no hemos logrado articular cadenas de valor agregado nacional, lo cual refleja en un enorme desequilibrio territorial exportador, ya que los estados del norte, que concentran el 90% de la inversión maquiladora, aportan el 47.1% del total exportado, en tanto que los estados del centro, que son proveedores de la región del norte, participan con el 43.3, los del occidente con el 7.9 y los del sur-sureste escasamente aportan el 1.5% y los del sur sólo 0.02%.

La OMC llama la atención sobre la realidad que enfrenta el sector exportador de nuestro país, ya que en el año 2000 México participaba con 3.2% de las exportaciones mundiales, pero en 2015 lo hizo con el 2.1%.

Asimismo, del total de las exportaciones realizadas en 2015, el 81.5% correspondió a las mercancías colocadas en Estados Unidos, el 7.3% a China, el 5.2% a 5 países de la Unión Europea, el 2.3% a Japón y el 1.48% a Canadá. Es decir, en cinco mercados colocamos el 97.78%.

Así también, no tenemos una pléyade de bienes para diversificar, puesto que del cien por ciento del Valor Agregado de Exportación de la Manufactura Global Total, dos ramas la fabricación de automóviles y camiones y fabricación de partes para vehículos automotores concentran el 61.6%

Sin duda, nos encontramos ante una gran oportunidad para construir una política nacional de exportación que impulse una nueva oferta exportable.

En este sentido, se precisa una reestructuración productiva, con base en una matriz industrial que permita ubicar los sectores estratégicos emergentes susceptibles de impulsar el nuevo desarrollo interno exportador.

Si bien se ha generado una producción exportadora de alto nivel, no hemos logrado constituir verdaderamente una radiografía empresarial exportadora nacional que nos arroje con precisión las necesidades que requiere este importante sector de la economía.

Si partimos del hecho de que entre 35 y 37 mil empresas son exportadoras, de 5,1 millones de unidades económicas que tiene el país, bien podría realizarse una segmentación y agrupar estas empresas por actividad y levantar un censo exportador para conocer con exactitud cuáles son las fortalezas y debilidades de cada empresa y concentrarnos en apuntalar las primeras y trabajar con ahínco en las segundas.

Con el censo exportador y el nuevo desarrollo tecnológico dirigido a nuevas empresas exportadoras mexicanas, podríamos generar una nueva oferta exportadora post-TLCAN, provocando un nuevo encadenamiento en el mercado interno provocando que mejore el bienestar social.

Profesor del Centro de Relaciones Internacionales, UNAM. Coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN)

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