El 25 de marzo, la Unión Europea conmemorará 60 años de la firma de los Tratados de Roma, primer paso hacia una Europa unida. Desde el nacimiento de las Comunidades Europeas en 1957, los ciudadanos europeos han disfrutado de seis décadas de paz, prosperidad y seguridad sin precedentes. El contraste con la primera mitad del siglo XX no podría ser mayor: dos guerras catastróficas entre 1914 y 1945 dejaron millones de muertos, y un continente devastado y dividido. Para los países que vivieron muchos años en guerra, la integración europea ha sido el proyecto de paz más exitoso de nuestra historia.

Sin embargo, estamos viviendo tiempos impredecibles y este 60º aniversario es la oportunidad no sólo de reafirmar nuestro firme compromiso con los valores y objetivos en los que se basa el proyecto europeo, sino también de dar pasos pragmáticos y ambiciosos.

Estos mismos valores de paz, seguridad, libertad, democracia y respeto a los derechos humanos los compartimos con México. Con base en la asociación estratégica UE-México, contamos con una relación estrecha y duradera, y una amplia cooperación a nivel bilateral, regional y global. Actualmente estamos trabajando para actualizar nuestro Acuerdo Global para sacarle un mayor partido a nuestra relación bilateral.

El mundo atraviesa un período de gran incertidumbre: el equilibrio global de poder está cambiando y los fundamentos de un orden internacional basado en reglas está siendo cuestionado. La Unión Europea es una potencia cada vez más vital para preservar y fortalecer el orden mundial.

La Unión Europea es la segunda economía mundial. Somos el mayor mercado mundial y el principal inversor extranjero en la mayor parte del mundo. La UE ha alcanzado una posición firme al actuar conjuntamente con una sola voz en la escena mundial, desempeñando un papel clave en la eliminación de los obstáculos al comercio como miembro de la Organización Mundial del Comercio.

Defendemos el multilateralismo y la Unión Europea es cada vez más activa como proveedor mundial en materia de seguridad. Apoyamos el desarrollo sostenible, sociedades más inclusivas y la lucha contra las desigualdades —en educación, en democracia y derechos humanos. Para nosotros, esto no es una cuestión de caridad: se trata de una inversión inteligente en nuestra propia seguridad y prosperidad.

La Unión Europea es el mayor contribuyente en ayuda humanitaria y en cooperación al desarrollo, dirigida a alrededor de 150 países en el mundo, y cada vez más centrada en los lugares castigados por la pobreza, conflictos o desastres naturales.

Promovemos la mejora constante de las reglas globales, reglas que protejan a las personas contra el abuso, normas que amplíen los derechos y mejoren los estándares. Es gracias a nuestro compromiso que la comunidad mundial ha establecido acuerdos innovadores como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y el Programa de Acción de Addis Abeba sobre la Financiación para el Desarrollo. En un mundo en que están resurgiendo los juegos de poder, la Unión Europea tendrá un papel aún más importante que desempeñar.

Un entorno internacional más frágil exige un mayor compromiso, no una reducción del mismo. Por ello, la Unión Europea seguirá apoyando y ayudando a las Naciones Unidas: nuestra cooperación con la ONU abarca las misiones de paz, los esfuerzos diplomáticos, la lucha contra el hambre y la lucha contra la delincuencia.

Al margen de los acontecimientos que puedan producirse en el futuro, una cosa debe quedar clara: la Unión Europea seguirá colocando la promoción de la paz y la seguridad internacionales, la cooperación al desarrollo, el respeto a los derechos humanos y a la igualdad de género, así como la respuesta a las crisis humanitarias, en el centro de su política exterior y de seguridad.

Andrew Standley es embajador de la Unión Europea en México.

Luigi Maccotta es embajador de Italia en México.

Firman además los embajadores de los Estados Miembros de la Unión Europea acreditados en México

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