Mucha de la marcha económica a nivel global, estará determinada por lo sucedido en 2016, como el Brexit y el triunfo electoral de Trump a la presidencia de EU.

Asimismo, como afirma el semanario The Economist todo parecería que un avance moderado, será otra vez la constante a nivel mundial, presagiando esta nueva normalidad, de un crecimiento de 2.5%, otra vez menor al 3% por sexto año consecutivo.

El gran repunte esperado, después de la crisis de 2008 no se ha materializado y no será el caso en este año.

El proteccionismo comercial esperado en la era Trump, sin duda afectará a la economía global y podría ser muy grave si declarara una guerra comercial con China, lo cual ahora luce como posibilidad lejana. Este factor se sumará a la debilidad de la demanda y al problema estructural de baja productividad, lo que constituye una mezcla dañina.

En la zona euro, el aumento del Producto Interno Bruto, se espera no crezca por arriba de una tasa de 2% real anual, al igual de lo que ha sucedido en los últimos seis años.

Con gran incertidumbre sobre lo que Trump hará, tampoco la fortaleza en la economía estadounidense se vería en los primeros meses de este año.

Japón por su parte, luchará por llegar a crecer 1%. China tratara de lograr un avance de 6%, pero el aumento podría ser de 4% en 2018, agobiada por la deuda, siendo éste un avance sumamente bajo para el estándar de la economía asiática. De hecho, India será de entre las grandes economías del orbe la que podrá crecer dinámicamente, alcanzando una tasa de 7.5%.

La perspectiva, en particular, para México, se nubló tras los resultados de la elección presidencial en EU. Nuestra estimación del aumento del PIB se coloca ahora por debajo de 2%, por una menor inversión esperada ante la incertidumbre, la volatilidad financiera y la afectación del sector real a través de diversos canales: mayores tasas de interés, que terminarán afectando al mercado interno y al servicio de la deuda.

La fuerte depreciación del peso contribuirá al incremento en precios, aún más que el gasolinazo y provocará un mayor endurecimiento de la política monetaria.

En efecto, la debilidad que estará por doquier, hará que los bancos centrales, estén atentos. La Reserva Federal (Fed), animada por la marcha del mercado laboral, seguirá con alzas en su tasa de referencia, algunos analistas del Economist Intelligence Unit, piensan que sólo habrá un incremento en 2017 en un cuarto de punto porcentual, en tanto nosotros en el Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac, pensamos que en más de dos ocasiones ocurrirá el ajuste por los temores inflacionarios con la llegada de Trump a la presidencia.

En tanto, el Banco Central Europeo, de Japón y ahora el Inglés, post Brexit, es posible decidan por la laxitud en su política monetaria. Una política fiscal expansiva podría ser complementaria para estimular la economía, con medidas tales como: menores impuestos, mayores beneficios a la fuerza productiva y más proyectos de infraestructura.

La caída de la productividad ha sido un talón de Aquiles para las economías. En EU. el producto per capita se expandió, en promedio, en 1.9% entre 1990 y 2005 y luego bajó a la mitad en la siguiente década.

En Europa el récord fue aún peor, de la mitad de Estados Unidos y aún en China el ritmo ha caído. La perspectiva no es mejor para 2017, en las economías occidentales, la sobre regulación y la baja inversión, actúan a contrapelo.

¿Cuáles son los aspectos positivos en 2017, para la economía mundial? El efecto del Brexit, para muchas economías europeas será menor del originalmente esperado. La incertidumbre en Estados Unidos por el advenimiento de una nueva administración, podría ser compensada en el mediano plazo, por menor regulación y más bajos impuestos.

La economía china podría meter el acelerador aún más hacia su economía interna. Después de dos años de recesión, Rusia podrá librarse de ésta, al igual que lo hará Brasil. Sin embargo, la debilidad de sus finanzas públicas frenará una recuperación robusta. Para la mayoría de los emergentes, la reactivación estará pendiendo del alza en los precios de los commodities, por primera vez en cinco años, promediando un aumento esperado de 4%.

Directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac en la Universidad Anáhuac, México Norte

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