Conocí a Ildefonso Zamora Baldomero en 2007 en un evento al que acudí con la comitiva del presidente Felipe Calderón, como parte de la campaña nacional de reforestación. En dicho evento, el presidente Calderón otorgó a Ildefonso Zamora un reconocimiento al Mérito Ecológico por su labor en el cuidado de los bosques. Don Ildefonso organizó a toda la comunidad y junto a su familia, combatió la tala ilegal durante muchos años.

Me impactó fuertemente durante su discurso la narración de la complicada lucha contra los talamontes en la región y cómo, después de amenazas constantes contra él y su familia, sicarios a sueldo, probablemente pertenecientes a bandas criminales de la tala ilegal en el Estado de México, asesinaron a su hijo Aldo el 15 de mayo de 2007.

Don Ildefonso Zamora es un indígena Tlahuica de la comunidad de San Juan Atzingo en el Estado de México, quien desde muy joven trabajó en la protección de los bosques de su comunidad. Primero, durante largo tiempo luchó por la titulación de las tierras comunales de San Juan Atzingo y después, apoyado por toda la comunidad, se dedicó de lleno a combatir la tala ilegal.

El 20 de noviembre de 2015, Ildefonso fue golpeado y detenido arbitrariamente por la policía ministerial, sin que ninguna autoridad del estado le hubiera informado que desde el 2012 existía una averiguación en su contra por robo agravado. Su hijo Misael también había sido detenido ese mismo año por militares sin motivo alguno, en un acto evidente de intimidación y abuso de autoridad.

La acusación por robo agravado se trataba de un delito “fabricado” por el Ministerio Público de Tenancingo, en un proceso plagado de irregularidades, con faltas al “debido proceso” y violaciones graves a los derechos humanos. En el juicio de amparo promovido por Ildefonso Zamora y apoyado por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh), el Juzgado Federal V en materia de amparo, declaró como “inverosímil” el proceso por robo agravado. La defensa ha sido apoyada también por Amnistía Internacional y Greenpeace.

En las investigaciones quedó demostrado que Ildefonso Zamora el día de los hechos que se le imputaban, se encontraba en otro lugar. A pesar de la sentencia de un juez federal en materia de amparo y las evidencias de inocencia revisadas por Amnistía Internacional y Prodh, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado mantiene en prisión a una persona inocente. Todas las organizaciones en defensa de los derechos humanos que se han involucrado y más de 8,000 ciudadanos que hemos firmado esta solicitud, exigimos que el gobierno de Eruviel Ávila Villegas no recurra la sentencia federal favorable a Ildefonso Zamora y lo ponga inmediatamente en libertad.

Otro hecho muy grave, además de esta injusticia inconcebible, es la falta de compromiso del gobierno del estado en el cuidado de sus bosques. El daño irreversible que la tala ilegal le ocasiona a los bosques en esta región del Estado de México y Michoacán, ponen en riesgo el futuro de las fuentes de agua. Recordemos que los bosques son “fábricas de agua” y si se destruyen, también acabamos con el agua.

Las declaratorias de varios parques nacionales en el Estado de México vienen desde la administración del presidente Lázaro Cárdenas; al revisar los motivos de dichas declaratorias, vemos precisamente la definición de los bosques como las fábricas de agua que garantizan el futuro de nuestra sociedad.

Este concepto tan simple y obvio, se ha olvidado. La actual administración de Eruviel Ávila se ha encargado de acabar con los parques nacionales en el estado, como es el caso del Nevado de Toluca, pero además, lo verdaderamente imperdonable, es la tolerancia y complicidad con el crimen organizado y la tala ilegal.

Hacemos un llamado urgente a las autoridades federales y del estado para que liberen inmediatamente a Ildefonso Zamora y que en lugar de “fabricar delitos” a inocentes, se refuerce la vigilancia en todas las zonas boscosas del estado.

www.ciudadposibledf.org

@JL_Luege

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses