Las cosas parecen estar cambiando para nuestro país. Hace apenas cuatro meses se veían en el horizonte negros nubarrones que, en algunos casos, pareciera que comienzan a disiparse. El dólar que llegó a estar en 22 pesos está hoy apenas por arriba de los 19. El precio de la mezcla mexicana de petróleo se mantiene por encima de los 40 dólares. El presidente Donald Trump, con el intento de echar abajo el Obamacare, sufrió su primer revés en el Congreso. Y, por si fuera poco, el mismo Congreso estadounidense está oponiendo enorme resistencia para autorizar los recursos necesarios para la construcción del repudiado muro. Todo esto ha hecho que el ánimo de los mexicanos comience a mejorar y se perciba un cierto grado de optimismo.

No podemos echar las campanas a vuelo, el panorama sigue siendo complicado. Es previsible que continúe la incertidumbre en el ámbito internacional. La falta de coherencia en temas de suma importancia, de quien ocupa la Presidencia de Estados Unidos, seguirá teniendo impacto en nuestro país. La volatilidad política y económica que se está dando en distintos lugares del planeta, genera incertidumbre en los mercados internacionales y sus efectos se dejarán sentir en México en prácticamente todas las variables financieras. Nuestro muy anticipado proceso electoral federal, junto con los procesos locales de este año, traen consigo un sinnúmero de complicaciones. Si esto no fuera ya suficiente, las agendas personales, unas legítimas y otras no tanto, son una amenaza latente para la gobernabilidad. Por todo lo anterior, se requiere de un manejo responsable de las finanzas públicas.

Afortunadamente para nuestro país, se han mandado desde el gobierno señales de que se están haciendo las cosas correctamente. El viernes pasado, al participar en el foro La Constitución de 1917 y la Hacienda Pública, realizado en Palacio Nacional, el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, reconoció que en materia constitucional hay grandes avances en nuestro país, lo que da estabilidad a las finanzas públicas, porque se cuenta con esquema legal robusto. Sostuvo que hoy existe un mejor entorno de certidumbre, ya que el gobierno de la República trabaja en lo que le corresponde para enviar señales de certeza ante un entorno exterior complejo, dijo que “frente a la incertidumbre y volatilidad lo que nos toca hacer es mandar señales de certeza y a eso nos hemos abocado”.

Lo dicho por el secretario de Hacienda no es poco si tomamos en cuenta que durante muchos años, hablar de finanzas públicas en México era hablar de crisis económicas. Las políticas económicas seguidas décadas atrás, generaban desbalances importantes en las finanzas nacionales, que se traducían en crisis recurrentes que dañaron severamente a nuestro país y a todos los mexicanos. Por eso, no podemos cometer los errores del pasado; en los tiempos complicados que estamos viviendo resulta de vital importancia mantener los equilibrios financieros en las cuentas nacionales.

Aun cuando se percibe que la situación económica del país comienza a mejorar, considero que no debemos bajar la guardia. Si queremos atraer inversiones que detonen un mayor desarrollo económico, estamos obligados a mantener políticas adecuadas que den certidumbre a nuestro país. Y también, creo yo, es hora de abordar temas pendientes de la agenda económica del país que por distintos motivos hemos relegado. Menciono sólo dos de ellos que resultan de una importancia toral: Es hora de fortalecer las capacidades de los gobiernos locales para recaudar recursos propios y utilizarlos de manera eficiente. También, hay que decirlo, la exigencia ciudadana es muy clara: cada peso debe de usarse de manera honesta y transparente en beneficio de la sociedad. Hacerlo así permitirá recuperar la confianza ciudadana y dar un fuerte impulso al desarrollo nacional.

Abogado.

@jglezmorfin

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