La lucha ajedrecística requiere audacia y prudencia. Audacia para crear situaciones favorables y superar los retos del adversario; prudencia, para no caer en celadas y eludir posiciones desventajosas. “Con audacia se puede intentar todo, mas no conseguirlo todo”, decía el emperador y ajedrecista Napoleón Bonaparte. La prudencia, en cambio, ayuda a evitar el peligro y a encontrar la ocasión propicia para actuar. El pensador griego Epicteto (55- 135 d.C.) decía: “La prudencia es el más excelso de todos los bienes”.

Ante el tablero, estos valores adquieren importancia tanto en la organización de la defensa como en el momento del ataque. La teoría establece que no hay que atacar cuando el rival tiene ventaja o cuenta con una defensa muy sólida. Hacerlo sería una temeridad, lo que suele llevar al fracaso. El general Sun Tzu, en su libro El arte de la guerra, dice: “Cuando el adversario te supere en número o sea más poderoso que tú, cuando te encuentres en desventaja táctica o cuando tenga suficientes reservas, no es conveniente enfrentarse a él. Es mejor reforzar tus defensas y mantenerlo a distancia el tiempo suficiente para que decline su fuerza hasta el punto de la vulnerabilidad. La regla es: evita al enemigo que esté pleno de energía; y ataca a aquel cuya fuerza declina y se agota”.

Tanto en las artes militares como en el ajedrez, las debilidades del rival son los mejores objetivos de ataque. Si no existen, hay que crearlos. Para el teórico Hans Müller, el que quiera atacar debe ser más fuerte que su adversario. Sin embargo, hay que actuar con cautela y evitar acciones temerarias, puesto que, según dice el estratega chino Wu Qi, en su libro Sobre la dirección de la guerra, “El temerario cae por tierra, sin llegar a saber lo que está a su favor”.

Partida del tradicional torneo de Dortmund. Las blancas emprenden una temeraria ofensiva en el flanco de dama, pero las negras se defienden con prudencia y precisión, contratacan en el flanco de rey y tienden una inexorable red de mate.

Blancas: Wesley So (2778)
Negras: Arkadij Naiditsch (2722)
Dortmund, Alemania, junio 30 de 2015
Gambito de dama declinado, (Eco D37)
1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cf3 d5 4.Cc3 Cbd7 5.e3 Ae7 6.b3 0–0 7.Ab2 b6 8.Ad3 Ab7 9.Dc2 c5 10.cxd5 exd5 11.0–0 a6 12.Tfd1 Te8 13.Tac1 Ad6 14.Af5 Tc8 15.dxc5 bxc5 16.Dd3 Tc7 17.Ca4 De7 18.Dc3 d4 19.exd4 Axf3 20.Dxf3 cxd4 21.Ta1 Ce5 22.Dh3 g6 23.Ad3 Cd5 24.Axd4 Cxd3 25.Dxd3 Cf4 26.Dxa6 Dg5 27.g3 Ce2+ 28.Rf1 Dg4 29.Ae3 Txe3 30.Da8+ Rg7 31.Txd6 Te4 32.Rg2 Cf4+ 33.Rg1 Ch3+ 34.Rg2 Tc2 35.Tf1 Cf4+ 36.Rg1 Df3, rinden blancas, 0-1.

rjavier_vargas@terra.com.mx

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