En el amplio debate al que ha convocado el presidente Enrique Peña Nieto sobre los distintos usos de la marihuana, sin duda el uso medicinal de la cannabis, que tiene muchas propiedades probadas, debe estar en el centro de la discusión.

Hoy estamos ante la posibilidad de establecer un nuevo paradigma en materia de salud, en beneficio de niñas, niños, mujeres y hombres que padecen enfermedades cuyo tratamiento va más allá de los medicamentos tradicionales.

Necesitamos legislar ante la urgencia de permitir la importación de medicamentos derivados de la cannabis, que ayuden a contrarrestar o mitigar los efectos y el dolor de pacientes con enfermedades que aún no tienen curación como la epilepsia, la esclerosis múltiple, algunos tipos de cáncer, el glaucoma, entre otras.

El hecho de importar medicamentos, bajo los lineamientos específicos que establezca la Secretaría de Salud a través de la Cofrepis, incluirán la distribución y acceso a los mismos, pero seguirá prohibida su producción.

Esta medida atiende la urgencia de medicamentos mediante la importación, aunque el acceso a éstos pueda resultar un tanto difícil y costoso para el paciente y sus familiares.

Sin embargo, es un primer paso que obedece a la necesidad de ampliar el debate alrededor de la postura del Estado mexicano para lograr un andamiaje legal efectivo y sólido.

La discusión sobre la legalización de la marihuana ha llegado hasta la más alta tribuna.

Pero debemos delimitar una diferencia entre los retos políticos y regulatorios asociados con los usos médicos y no médicos de la cannabis.

Debemos separar lo más posible las campañas entre la regulación para uso médico y la de uso lúdico o recreativo.

El debate debe girar en torno a los beneficios médicos del uso de la cannabis, hecho que ha crecido particularmente en Estados Unidos y en otras partes del mundo.

Resulta importante mencionar el caso de Graciela Elizalde Benavides, Grace, una niña de 8 años de edad que sufre el síndrome Lennox-Gastaut (una forma de epilepsia que se caracteriza por convulsiones muy frecuentes y diversas).

Grace y su familia han atravesado un difícil camino, que involucró un proceso judicial, para acceder al tratamiento médico que por fin recibe, y que tiene como base el Cannabidiol.

A tan sólo tres semanas de que Grace comenzó a recibir este tratamiento ha tenido grandes mejoras, sus episodios de epilepsia han disminuido considerablemente, y puede dormir noches completas.

Por cierto, el recurso presentado por los padres de Grace aún no se encuentra resuelto de fondo, por lo que la obtención del medicamento se logró gracias a una suspensión provisional. Por eso la urgencia de legislar en esta materia.

Este no es el único caso en el país, mucha gente tiene este y otros padecimientos similares.

Todo ello nos ha llevado a buscar la reforma de diversas disposiciones de la Ley General de Salud y de la Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación en Materia de Uso Medicinal de Cannabis, para disponer de cannabis de grado médico producido según las normas de buenas prácticas de producción y manufactura.

Mi posición es que se autorice la importación de medicamentos basados en cannabis, y no la de legalizar la marihuana.

Presidenta de la Comisión de Gobernación e integrante de la Comisión de Salud

@Cristina_Diaz_S

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