Urgen a no utilizar a Virgen de propaganda

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Que la Virgen de Guadalupe no se utilice como “instrumento de discordia”, demandó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y pidió a las autoridades investigar e impedir que la propaganda electoral contenga imágenes o símbolos religiosos “venerados por gran parte del pueblo de México”.

El organismo religioso refirió que el pasado 18 de mayo circuló en redes sociales un volante del que se desconoce su origen, en el que se usa la “sagrada imagen de la Virgen de Guadalupe con un mensaje ofensivo”.

Los obispos de la Iglesia católica hicieron un “fuerte” llamado de respeto a esta imagen, “que no sólo representa valores altamente sagrados que dan identidad a nuestro pueblo —del cual es madre, custodia y ejemplo—, sino que es también un signo de altísimo valor en América Latina, de la cual es también patrona y reconocida como emperatriz de toda América, ello, sin restar la inmensa importancia que tiene en todo el mundo”.

Se afirmó que la Iglesia “es respetuosa del proceso electoral y actúa dentro del marco institucional y legal aplicable”, por lo que invita a los ciudadanos a participar de una manera libre y responsable.

Además, oraron porque en los próximos comicios haya paz, justicia y “se respete la vida de las personas simpatizantes o militantes de cualquier partido o coalición”.

A su vez, el Centro Católico Multimedial (CCM) consideró a través de su editorial que la renuncia de Margarita Zavala como candidata independiente empobrece aún más las propuestas de los aspirantes y afirmó que los mexicanos esperan altitud en cada uno de ellos o por lo menos planteamientos lógicos.

“La ausencia de la única mujer [Zavala], que renunció a un partido, el cual tuvo vocación democrática y hoy secuestrado por las ambiciones y el cinismo, será silenciosa protesta para denunciar injusticias e inequidades de un sistema electoral caro, burocrático, enmarañado y muy hambriento de recursos públicos que provienen del dinero de todos los mexicanos”, subrayó.

Afirmó que a 40 días de la jornada electoral, es decir, del 1 de julio, los ciudadanos enfrentan el dilema de “reformar profundamente y en serio, o seguir sosteniendo a un monstruo burocrático electoral”.

El artículo consideró que en el fondo debe haber un criterio de verdad, libertad y caridad para apuntalar a la democracia y privilegiar a la persona por encima de los partidos, los cuales han salido caros.

“La política entonces será el medio que transforme nuestra lacerada realidad para que las vías democráticas sean acordes con la obtención del bien común”, arguyó.

En Monterrey, el arzobispo Rogelio Cabrera López llamó a los fieles católicos a cumplir con sus deberes cívicos y participar en las próximas elecciones del mes de julio, también pidió no caer en provocaciones que busquen desestabilizar el buen desarrollo de los comicios.

“Invito a todos los fieles católicos para que de manera particular en este día pidamos por nuestro país y por el proceso electoral que estamos viviendo, para que, comprometidos en el cumplimiento de nuestros deberes cívicos, participemos como es debido y no nos permitamos caer en provocaciones sin sentido que tienen como finalidad desestabilizar el buen desarrollo de este proceso”, aseveró.

Exhortó a la feligresía a ser consciente de que este periodo está lleno de propaganda que puede tratar de confundir al electorado: “No hay que dejarse llevar por anuncios sin fundamento alguno y que tiene como objetivo crear tensión, misma que es innecesaria si recurrimos a las fuentes e investigamos de dónde procede cualquier publicación”.

En la Catedral Metropolitana el arzobispo Carlos Aguiar Retes celebró que durante la fiesta de Pentecostés el papa Francisco haya regalado a los mexicanos a un nuevo cardenal “en la persona del arzobispo Sergio Obeso”.

Agregó que el obispo emérito, de 80 años, es un hombre de Iglesia, que vive para ella, “por eso, demos gracias a Dios por el Santo Padre en este anuncio de 14 nuevos cardenales y, que entre ellos, esté uno de los obispos de México con estas intenciones y de nuestra propia arquidiócesis, nos unimos, abriendo nuestro corazón, a la misericordia de Dios”.