Las latinas tenemos lo nuestro, así lo han demostrado algunas mujeres que se robaron el corazón de celebridades de Hollywood y Europa; por ejemplo, Shakira con Piqué o Paloma Jiménez con Vin Diesel . La razón puede ser obvia: somos muy diferentes a las europeas o estadounidenses si empezamos por nuestro tono de piel y, claro, que lo distinto siempre llama la atención.

Por eso, nos dimos a la tarea de hacer un listado de países donde aman a las latinas para que vayas pensando en tu siguiente viaje.


1. Alemania

La mayoría de las mujeres alemanas son rubias, de ojos claros, tez blanca, altas, muy delgadas y algo reservadas. Nosotras en cambio, tenemos un carácter extrovertido, amamos la fiesta y nuestro tono de piel es tan atractivo con ese toque bronceado que nos remite al calor del sol. Además, nuestra mirada es cálida y expresiva.

2. Corea del Sur

Las personas de este país son muy reservadas, independientemente de que tanto las mujeres como los hombres sean muy cuidadosos con la estética. Por eso, a los coreanos les sorprende y agrada que seamos muy desenvueltas al momentos de convivir.


3. Inglaterra

La actitud de las latinas conquista a los ingleses que están acostumbrados a relacionarse con chicas reservadas. Sabemos reírnos de todo sin importar el lugar, también nos encanta bailar (aunque no seamos expertas). Además, ellos comparan a las mujeres con el clima, por lo que nos califican como cálidas de nuestras tierras.

4. España

Lo que les llama la atención a los españoles de nosotras es que somos muy cariñosas y nos gusta procurar a nuestra pareja.

5. Francia

La alegría de las latinas, nuestro estilo propio a la hora de vestir y nuestro gusto por la comida, son los tres elementos que encantan a los franceses.


En general, en el extranjero podemos ser más atractivas por la diferencia de cultura y el físico, por ejemplo, nuestra facilidad de entablar una conversación.

Somos muy buenas para tomar la iniciativa con sutileza para no caer en el descaro. Y, qué decir de las curvas, aunque no todas tengamos un cuerpazo, debemos admitir que, por lo menos, tenemos un poquito más que la mayoría de las europeas o asiáticas, lo que nos hace sentir y ver más femeninas.


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