A las 19:00 horas, Matías Almeyda era el enemigo número uno del Guadalajara. A las 21:00 horas, de nueva cuenta se convirtió en el pastor, en el elegido, en el líder del Rebaño Sagrado.

“Ya nos urgía ganar. Habíamos hecho buenos partidos, empatamos contra Necaxa, ya lo merecíamos, y ahora que se dieron las cosas se tomarán con más calma”, dijo el timonel argentino.

Presión, asegura, nunca hubo, “siempre he dicho que presión es no tener para darle de comer a tu hijo, ganamos y eso hace mirar desde otro lugar. No hay nada porqué desbordarnos”.

La mesura reina en el Guadalajara, Rodolfo Cota asegura que la victoria despeja la mente, pero “hay que aceptar que en el segundo tiempo hubo muchas cosas que dejamos de hacer. En el primer tiempo jugamos muy bien, recuperamos muchas cosas y logramos concretar. Ahora hay que analizar lo que no hicimos bien, eso también es parte del juego”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses