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Camino de gozo azulcrema. Miguel Herrera tiene embelesado al americanismo. Gana sin freno, gusta, hace goles, da espectáculo. Sus promesas no han sido vanas y para muestra sus águilas vencieron 3-2 a Lobos BUAP.

Cuarta victoria consecutiva en la Liga MX, sexta si se suma la Copa MX. Los seguidores emplumados le aplaudieron todo a los dirigidos del Piojo. Le piden fotos, firmas como el rockstar que en 2013 abandonó el Nido para irse a dirigir a la Selección Mexicana.

Sólo Oribe Peralta y su cabezazo triunfador al minuto 52’ para poner el marcador final le pudieron robar ovaciones a Herrera. Millones de aficionados se quedaron sin poder ver el partido. Un choque interesante, porque los poblanos no se amedrentaron ante la fuerza amarilla en plantel y agigantado por el momento de gracia.

El América, sin embargo, se fue al frente con una facilidad tal, que en el horizonte se asomaba una goleada que no llegó. William da Silva aprovechó un pase filtrado del Cepillo. El brasileño levantó la mirada, mientras se encontraba en el costado izquierdo del área. Lanzó un zurdazo con una potencia descomunal que terminó por estrellarse en el travesaño y se metió con el efecto de “campanita” (31’).

La fragilidad defensiva licántropa quedó desnuda con ese gol. Y vino otro tanto azulcrema, apenas 120 segundos después de la apertura en el marcador. Ante la confusión de la BUAP, Carlos Darwin Quintero mandó a guardar el esférico, al aprovechar que quedó sólo atrás del manchón de penalti y anotar (33’).

Los capitalinos se notaron tan cómodos en la cancha que se atrevieron a complicarse el partido. Dejaron que los poblanos crecieran y empataran el marcador. Julián Quiñones, de regreso en Lobos luego de la riña en un bar que le costó hospitalización, resultó el pilar para que su equipo aspirara al triunfo. En un tiro de esquina, el colombiano remató, con una pirueta parecida a una media tijera, descontó al 39’.

El tiempo reglamentario de la primera mitad estaba por expirar. Edson Álvarez derribó a Amaury Escoto en el área. Roberto García Orozco decretó el penalti que Quiñones convirtió al (44’).

La paridad estaba en el marcador con injusticia. América había ejercido la superioridad con una propuesta agradable. Con la igualada, la segunda mitad tenía tintes de lucha. Pero Oribe Peralta descartó el sufrimiento de su equipo. En un tiro libre desde la derecha, metió un cabezazo certero, para dar la victoria.

El Cepillo gritó su gol 50 como americanista en la Liga MX. Una cuota que ha brindado alegrías al por mayor a sus fieles. Es considerado un ídolo en Coapa y ese cariño lo corresponde con anotaciones. Lobos no pudo venir de atrás. Sus engranes se atascaron. Lo único que pudieron conseguir fue que García Orozco expulsara injustamente a Edson Álvarez, por una barrida limpia sobre Quiñones al 68’.

La desventaja numérica no fue impedimento para que América vuele de la mano del Piojo. Son un maridaje perfecto, ganador, espectacular. Aunque ayer millones de aficionados no lo pudieron ver por televisión.

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