tienen “fuertes” daños luego de que un tráiler chocó contra ellos la noche del miércoles. Sin embargo, el 80% del material pétreo que se desprendió producto del accidente podrá ser reutilizado, informaron las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Alrededor de las 20:30 horas del pasado miércoles, un vehículo de carga que transportaba piezas de tubería de concreto se impactó contra los arcos, un bien inmueble del siglo XVII catalogado como Monumento Histórico por el INAH.

Los arcos del acueducto de la Ex Hacienda de San Carlos Borromeo se ubican a cerca de 15 minutos de Tepoztlán y a 25 minutos de Cuernavaca. Inicialmente no había ninguna vialidad, sin embargo, hace unas décadas se construyó la antigua carretera Cuernavaca-Cuautla, por donde, en ambos sentidos, pasan vehículos de diferentes tamaños.

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“Desde hace muchos años (en el INAH) hemos hecho muchos diagnósticos, dictámenes, porque al estar en una vía pública de tránsito fuerte y sin un control de tamaño de vehículos, los choques son una constante. El choque del miércoles fue de los más grotescos en los últimos años. Esto ya fue la gota que derramó el vaso. Ahora los arcos se tienen que restaurar y en el corto o mediano plazo tendremos que plantear algunas recomendaciones o alternativas para que no se continúen dañando y evitar su destrucción”, indica Víctor Hugo Valencia, director del Centro INAH Morelos.

Por el momento, detalla el funcionario, autoridades del INAH, así como del estado de Morelos y del ayuntamiento de Yautepec trabajan en la implementación de las medidas preventivas inmediatas, que consisten en la colocación de andamios y de maderas para apuntalar el bien inmueble dañado.

El también antropólogo indica que a la par de esas medidas preventivas trabajan en la elaboración del dictamen y la conciliación con Agroasemex, aseguradora contratada por el INAH para atender afectaciones como este choque en el patrimonio cultural del país.

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“Estamos con los ajustadores de la aseguradora, esperamos que se integre la documentación en un máximo de 10 días y esperamos que a la brevedad (se proceda con la restauración). Ahorita los inmediato es la protección con el apuntalamiento y como estamos en medio de todo un procedimiento, tampoco hay un monto específico de cuánto liberará la aseguradora”, dice Víctor Hugo Valencia.

Una vez que concluyan todos los trámites, serán asignados los montos para llevar a cabo la restauración de los arcos históricos. Sin embargo, Valencia sostiene que los daños en ese bien han sido una constante, aunque en esta ocasión fue peor y por ello, “van a requerir un mantenimiento continuo”.

Con respecto a las causas del accidente, Valencia señala que el INAH es una institución normativa y no determina si el conductor iba a exceso de velocidad: “Esas valoraciones no nos corresponden, lo que sí es cierto —y común— es el exceso de velocidad y la imprudencia”.

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“El mismo día del choque, el Instituto le dijo al ayuntamiento que alguien separara y dejara en un lugar cercano todos los elementos que se desprendieron de los arcos, porque son materiales constructivos que incluso pueden ser incorporados a la restauración. Hay una instrucción muy expresa por parte del INAH hacia las autoridades locales de no tirar esos materiales, porque serán reutilizados. De los materiales pétreos que se desprendieron, el 80% es reutilizable”, indica Víctor Hugo Valencia.