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El anuncio de Alejandra Frausto, futura secretaria de Cultura, de mantener al antropólogo Diego Prieto al frente del INAH en la siguiente administración ha despertado cuestionamientos e inconformidades entre trabajadores del instituto.

Representantes del Movimiento Capítulo 3000, que en redes sociales han denunciado la falta de pagos y sus condiciones laborales, cuestionan que Frausto ratifique al mismo director cuando durante estos dos últimos años de gestión “fue cuando más se han pisoteado nuestros derechos laborales que de por sí no eran muy buenos”.

Según estos trabajadores, antes del 1 de julio le hicieron llegar a Frausto un documento con propuestas y desacuerdos desde el punto de vista de los contratados por capítulo 3000. “Ella prometió revisarlo, leerlo y tenerlo en consideración”, relatan a este diario. Después del 1 de julio, dicen , le solicitaron una mesa de trabajo, pero no hubo respuesta.

Por su parte, el Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia asegura que más que evaluar la labor de Diego Prieto al frente del INAH y su posible ratificación, lo que hay que cuestionar es el procedimiento apresurado y unilateral de la futura secretaria de Cultura. “Esto resulta apresurado, una designación apresurada y bajo criterios unilaterales y discrecionales, queríamos ser escuchados, hacer foros, nos pareció que no son las maneras”, dijo en entrevista Joel Santos Ramírez.

Sin embargo, aseguró que más allá de discutir quién se queda al frente del instituto, buscan tener una reunión con Alejandra Frausto para fortalecer las tareas sustantivas del INAH, es decir, la investigación, conservación y cuidado del patrimonio cultural del país. “La parte que ha generado cuestionamientos es la figura de Diego Prieto, que viene de una administración opuesta a estar en un nuevo gobierno con nuevas propuestas, no tenemos una valoración negativa contra él, pero cuestionamos el procedimiento de la que sería la Secretaría de Cultura, esperábamos ser escuchados”, dijo el arqueólogo.

Por ello, ayer por la tarde entregaron en las oficinas del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, un oficio para solicitar tanto a él como a Alejandra Frausto una reunión a fin de plantear cuatro puntos que consideran deben ser atendidos en el INAH. Entre ellos está el diseño de un proyecto nacional que involucre a comunidades y especialistas en la restauración de los bienes dañados por los sismo; la necesidad de conservar las zonas arqueológicas y monumentos históricos y dejar de considerarlas sólo como factor de desarrollo económico-turístico; buscar una mejora presupuestal del INAH y erradicar la contratación del personal de investigación a través del capítulo 3000, así como revisar el sistema administrativo de la institución y la reducción del personal de confianza y mandos medios.

Además de relevar a los actuales funcionarios, “ya que su permanencia asegura la continuidad del sistema que mantiene secuestrada a la institución”, indica la carta que fue entregada en las oficinas de la Roma.

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