El 21 de febrero de 1978 el hallazgo de unos relieves extraños en una gran piedra en el centro de la Ciudad de México sacó a la luz las antiguas raíces de un pasado que durante casi cinco siglos estuvo perdido u olvidado.

A partir de ese momento surgió el proyecto Templo Mayor comandado por . Para celebrar los 40 años de dicho proyecto y los 30 años de la creación del Museo del Templo Mayor , ese recinto alberga hasta el mes de julio la exposición Revolución y estabilidad, cuyo catálogo fue presentado ayer por la noche, informó el INAH en un comunicado.

En el acto, José Enrique Ortiz Lanz, coordinador nacional de M useos y Exposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aseguró que el del Templo Mayor ha sido uno de los proyectos más exitosos en México en materia de arqueología.

El título de la exposición que conmemora estos aniversarios y su respectivo catálogo, dijo, es acertado, ya que recuerda la revolución que causó en su momento el descubrimiento de la escultura de Coyolxauhqui, pero al mismo tiempo la estabilidad en el trabajo cotidiano en la zona arqueológica del Templo Mayor.

En cuanto al catálogo, destacó que reúne la pluma de distinguidos especialistas como Leonardo López Luján, Adrián Velázquez, Lourdes Gallardo, Diana Medellín, Emiliano Melgar, Juan Alberto Román, Raúl Barrera, Ximena Chávez y Diego Jiménez, entre otros, en un trabajo coordinado por Eduardo Matos Moctezuma y Patricia Ledesma.

"Templo Mayor. Revolución y estabilidad" presenta interesantes artículos sobre historia y arqueología, conservación, ofrendas, nuevos campos de investigación como los rituales de sacrificios de infantes, los recientes hallazgos en materia de arqueología urbana , el papel de la dualidad vida/muerte y el uso de tecnologías en el trabajo arqueológico.

A lo largo de estos años, precisó Ortiz Lanz, el proyecto y el museo del Templo Mayor se han convertido en un gran centro investigación, pero también en un espacio de trabajo multidisciplinario para re-escribir nuestro pasado.

Por su parte, Antonio Saborit, director del Museo Nacional de Antropología, consideró que el gran acierto del proyecto del Templo Mayor es que su museo es, ante todo, un centro de investigación vivo.

Es todo un campus, dijo, surgido a partir de una excavación que diariamente produce saberes en distintas áreas y que desafía todos los días, pues supera sus propios estándares con investigaciones arriesgadas, que muchas veces toman caminos inciertos.

Destacó que el Templo Mayor es un ejemplo a seguir pues no todos los museos son capaces de impulsar la investigación y compartir sus hallazgos, en este caso gracias al genio de Matos Moctezuma que está detrás de esta historia.

Sobrevivencia, tenacidad y convicción solida marcan el trabajo que se lleva a cabo en esa zona arqueológica misteriosa, que no acaba de sorprendernos y que demuestra que no hay nada más inestable que el pasado.

Finalmente, Patricia Ledesma, directora del Museo del Templo Mayor, señaló que la misión de ese recinto es hablar del patrimonio mexica para bien de México y el mundo y que el catálogo es una ofrenda, un regalo en el marco de los 40 años del Proyecto Templo Mayor.

Han sido cuatro décadas de aventura a partir del descubrimiento de Coyolxauhqui, en un proyecto que ha sido dual por naturaleza, un crisol entre agua y fuego, entre la revolución que implican los llamativos hallazgos en la zona y la estabilidad que se ha logrado en el trabajo arqueológico, gracias al liderazgo de Eduardo Matos Moctezuma y al trabajo en equipo de una gran variedad de profesionales.

El catálogo conmemorativo "Templo Mayor. Revolución y estabilidad", ofrece a lo largo de 240 páginas un interesante recorrido por los 40 años de historia del Proyecto Templo Mayor y los 30 años de existencia del museo.

akc

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