En la colonia Guerrero el sismo del 19 de septiembre dejó en graves condiciones a la Iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles . Cinco días después, el 24 de septiembre, su frágil cúpula se vino abajo, piezas en su interior quedaron entre los escombros; ahora, sus paredes y muros están en graves condiciones.

Por el estado de inestabilidad en que se encuentra, Raúl Delgado Lamas, director de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura, reconoció que su recuperación será una de las más complicadas, que requerirá del consenso de especialistas y de un trabajo de concientización entre los vecinos que, tras el aparatoso derrumbe de la cúpula, prefieren que el inmueble ubicado en el número 178 de la calle Lerdo sea derribado.

La cúpula que se vino abajo en la Guerrero
La cúpula que se vino abajo en la Guerrero

FOTO: Alejandra Leyva/EL UNIVERSAL.

“La comunidad quiere que se tire, lo que quieren es que el lugar esté seguro; el estruendo de cuando cayó la cúpula y la nube de polvo que se hizo los tiene paniqueados, pero no puedes procurarle la eutanasia a un moribundo, no vamos a inducirle el deceso”, comentó en entrevista con este diario. Su recuperación, dijo, tomará tiempo y será un tema que deberán discutir con especialistas.

Por ahora, aunque ya recuperaron los bienes que se encontraban en su interior y han tomado algunas medidas de seguridad y prevención, el arquitecto señaló que todavía no han realizado los trabajos de apuntalamiento porque las maniobras pueden representar un grave riesgo para los trabajadores. “Estamos preparando trabajos de apuntalamiento, pero es muy riesgoso; la cúpula se cayó sin movimiento, se quedó tan debilitada que a lo mejor solo pasó un poco de viento y se cayó. No podemos tener obreros abajo en esa situación, primero estamos prefigurando un esquema para reforzarla antes de empezar a apuntalar. No puedo llegar ahora y apuntalar, se me cae”, explicó el arquitecto.

Delgado Lamas indicó que hace una semana, un grupo de especialistas españoles visitó el inmueble para dar su opinión sobre el estado del inmueble y posibles rutas para su recuperación, y que ellos reconocieron que se trata de un asunto delicado. Por ahora, en el interior se colocó un aparato que ayuda a monitorear los movimientos que registra este edificio virreinal.

Según el funcionario, desde su fundación en el siglo XVI, la iglesia nació con debilidades por la zona lacustre donde se encuentra. En los siglos XVIII, XIX y XX sufrió modificaciones que también alteraron su estabilidad. “Es una zona lacustre muy inestable, nació con debilidades, y frente a un movimiento como el sismo, no resistió”, dijo.

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